¿Existe alguna app de taxis tipo Uber o Didi? No. Las empresas de taxis insisten en tener una especie de coordinadora con radioteléfono en mano hablando con un montón de profesionales taxistas que también tienen radioteléfono en sus taxis cual época de la década de 1960 se tratara.
¿Por qué los taxistas siguen siendo esclavos de las empresas de taxis? Porque los dueños de las empresas generalmente han pertenecido a los tradicionales partidos políticos que a su vez han permitido la proliferación masiva de taxis generando todo un ejército de esclavos taxistas al servicio de su amo para presionar al gobierno cada vez que quiere hacer alguna política sobre los taxis.
Y lo digo en esos términos porque los verdaderos ortodoxos, enemigos de los cambios de la postmodernidad y que mantiene a los taxistas en las viejas épocas de los radioteléfonos son precisamente los empresarios dueños de los taxis que quieren seguir mamando de las vacas de las famosas cuotas que cobran para “permitir” la libre circulación de los taxis y que cuestan tanto o más que los propios taxis.
Cualquier parecido con las EPS es pura coincidencia, empresarios que harán hasta lo imposible para no perder el privilegio que les concede la famosa cuota de permiso.
Así y todo, el final de los taxis tiene los días contados, entre otras razones por las que ya están apareciendo los taxis aéreos, esto es, que será imposible detener el avance de las tecnologías y con ellos las apps.
¿Qué puede suceder? Dado que no se puede cambiar las nuevas realidades, los profesionales taxistas tendrán dos opciones, o rebelarse contra sus amos dueños de las empresas, transformarse y adaptarse a la altura de las grandes plataformas, o seguir con sus sonados paros que cada vez pierden fuerza social.
La historia dice que la rebelión de los esclavos ha significado la libertad individual y colectiva, porque ya se pierde el miedo a esos señores que se creen dueños no solo de los medios de producción sino también de las vidas.
