Muchos creerán que la historia no se repite, pero a veces es un error que cometemos como humanos. Los hechos que se han vivido con respecto a la reforma tributaria, son una muestra de la repetición de la historia pasada, los jóvenes se atrevieron a decir no al gobierno.
Hoy el Partido Liberal fue una de las fuerzas que se opuso al nefasto proyecto, y posteriormente los demás partidos se sumaron a esa propuesta y ellos dan pie de fuerza para saber que tenemos un director comprometido con Colombia, un director con una autoridad que deriva de una experiencia y el talante de liderar una nación.
Es por ello que el Partido Liberal debe asumir las riendas de un gran diálogo nacional, un consenso entre las diferentes fuerzas políticas para no solo negar el proyecto de reforma a la salud que afectan a la organización de las instituciones públicas, sino que beneficia a las organizaciones privadas prestadoras de estos servicios, pero también, afectan a todos y cada uno de los empleados de la salud.
Así mismo, también tenemos el reto de hacer un consenso nacional para unificar un nombre y un criterio político con todos los partidos socialdemócratas con miras a llevar un nombre representativo a la Presidencia de la República, un nombre que redunde en la necesidad de dar solución a los problemas que se presentan en el estado en materia económica política social y financiera. Una cabeza que busque dar una dirección al Estado en pro del bienestar social de sus comunidades.
Es César Gaviria quien debe liderar este diálogo con los demás partidos un diálogo que busca unificar los criterios y un consenso sociopolítico con las diferentes fuerzas que intervienen en la acción política nacional, para que así podamos vencer unidos, porque Colombia es unión, trabajo y progreso; ese progreso que busque apoyar el campesino para que pueda vender y comerciar sus productos, para que los empresarios puedan hacer crecer sus industrias, que se replanteen los TLC para buscar exportar la materia prima colombiana y los productos del campo, dándole así importancia al sector agrícola, un consenso que beneficie y busque dignificar la educación y a los maestros, que haga un proyecto de reforma pensional y salarial en pro de los trabajadores sin afectar la libre empresa y el crecimiento empresarial, un diálogo que fomente la educación superior.
Cuando el diálogo se haga, tendremos esperanza para Colombia, y sacarla del hueco donde se encuentra tras la pandemia y los extremos gastos que implica la gobernanza en un país. Es por Colombia, para Colombia y de Colombia, llamar a los partidos a un diálogo para construir es nuestra responsabilidad.
Usted, Gaviria, tome la bandera, aún puede.