En 2014 Mauricio Lizcano y Armando Benedetti eran senadores de La U en disputa por la presidencia del Congreso. Lejos de que la bancada tomara la decisión por consenso, Lizcano y Benedetti terminaron enfrentados verbalmente y físicamente, una pelea que sus compañeros tuvieron que mediar para evitar que pasara a mayores. Al final del día, José David Name fue elegido en el cargo. La tensión aumentó en 2017 cuando Mauricio Lizcano, convertido ahora sí en presidente del Congreso, lideraba el debate sobre la Justicia Especial para la Paz (JEP), lo que ocasionó que Benedetti se retirara del recinto, comportamiento que Lizcano le reclamó en público y que terminó en una acalorada discusión.
Cuando Petro empezó su campaña, Benedetti lo apoyó de inmediato aportando su maquinaria local en Barranquilla especialmente y la Costa mientras que Lizcano entró también a respaldarlo pocas semanas antes de su posesión el 7 de agosto de 2022. Benedetti fue enviado a Caracas, una de las Embajadas más importantes para el país y Lizcano se quedó en Colombia como director del Departamento Administrativo de la Presidencia (Dapre).
Sin embargo, el paisa renunció al cargo por diferencias con Laura Sarabia, quien había sido secretaria privada de Benedetti en su paso por el Senado
Lizcano terminó en el Ministerio de las TIC, cargo en el que se ha sabido mantener, a diferencia de Benedetti que pasó por dos Embajadas diferentes y que ahora termina con un contrato que aún no se define como asesor en temas nacionales.
Por su parte, Gustavo Bolívar fue el primer opositor ante la llegada de Benedetti en campaña. Sabía que tarde o temprano les pasaría factura la decisión de aceptar a un político curtido como Benedetti que iba en contra del proyecto alternativo. La pelea es de vieja data pues, desde el Congreso, Bolívar les hizo oposición a los tentáculos del barranquillero y en el 2021 le exigió en una reunión privada su renuncia al Pacto Histórico cuando la Corte Suprema de Justicia le abrió indagación. La exalcaldesa Clara López y Cielo Rusinque mediaron la situación que concluyó en un apretón de manos entre Bolívar y Benedetti.
Tras el reclamo de los funcionarios ante la aterrizada de Benedetti, el presidente Petro les aclaró que el rol del exsenador será únicamente el de ser un enlace con el Congreso y no intervendrá en los asuntos de sus carteras. No tendrán tampoco que cruzarse con él.
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