El 18 de diciembre de 2004, hace exactamente 16 años, Lisa Montgomery estaba celebrando una gran fiesta en su casa en Melvern, Kansas, en el centro de Estados Unidos. Los casi 50 invitados festejaban la llegada de la más reciente hija al hogar de los Montgomery. La niña, a quien llamaban Victoria, tenía dos días de nacida. Pero no todo era tan bello como parecía.
La fiesta fue interrumpida por dos agentes de policía. Lisa Montgomery fue quien abrió la puerta luego de escuchar el timbre. La mujer llevaba a Victoria en sus brazos. Cinco minutos después Lisa estaba siendo capturada por los delitos de secuestro y asesinato. Frente a los policías y en medio del llanto confesó que había asesinado a Bobbi Jo Stinnett, la verdadera madre de Victoria, a quien después de muerta le sacó la bebé de la barriga.
Aunque Lisa ya tenía tres hijos adolescentes había buscado sin éxito desde hacía varios años otro embarazo. Meses atrás conoció a Bobbi, quien sí estaba embarazada, en una feria canina y desde ese momento entabló con ella una amistad que llevaba detrás un plan criminal.
Mientras engañaba a su esposo, a sus hijos y a sus amigos, con un embarazo ficticio, Lisa Montgomery planeó por un par de meses cómo robarle el bebé a su nueva amiga y hacerlo pasar como suyo.
El plan para llegar hasta su casa fue hacerse pasar como una compradora de alguno de los perros que Bobbi vendía. Con esta idea llegó hasta su vivienda en Misuri, a donde fue en su automóvil Toyota de color rosa, que luego identificado por testigos.
Ya en la casa de su víctima el plan fue llevado a cabo. Lisa tomó un cordón rosado que Bobbi tenía a la mano y se lo enredó en el cuello. La mujer embarazada intentó defenderse pero su Lisa, a quien ella conocía como Darlene Fischer, la dominó con facilidad.
Bobbi perdió el sentido y cayo muerta junto a la piscina de su casa. Lisa fue hasta la cocina y tomó el cuchillo más grande y filoso que encontró. Luego de abrirle la barriga y casarle a su bebé, una niña, botó el cadáver de la madre al fondo de la piscina que poco a poco empezó a teñirse de rojo.
El paradero de la asesina fue encontrado en solo dos días. Entre las manos de Bobbi había mechones de cabello amarillos que no eran suyos y sus últimas conversaciones a través de la computadora lograron entregar la dirección de Kevin Montgomery, el esposo de Lisa, el nombre que aparecía en los registros digitales.
El juicio contra Lisa Montgomery duró un poco más de tres años. En abril de 2008 fue hallada culpable de homicidio y secuestro. Su condena: pena de muerte.
Lisa Montgomery ha estado 16 años tras las rejas en el corredor de la muerte de la cárcel federal del Carswell, en Texas. Su ejecución no se ha llevado a cabo porque el presidente Barack Obama, antecesor de Donald Trump, detuvo las ejecuciones federales y no firmó ninguna pena de muerte.
Pero este 31 de diciembre Lisa Montgomery va a morir, será la cuarta mujer en ser ejecutada en Estados Unidos. El presidente Donald Trump ordenó que su sentencia de muerte fuese cumplida horas antes de que se acabara el 2020.
Desde hace 70 años el gobierno federal de Estados Unidos no ejecutaba a una mujer, la última fue Bonnie Heady, quien murió en cámara de gas 1953 por secuestrar y asesinar a un niño de 6 años, hijo del multimillonario Robert Greenlease.
