Jairo Báquiro es callado y silencioso. Tiene, con su familia, una tienda que montó al lado de la zona veredal en Montañita, Caquetá. Es una manera de sacarle algún provecho a una nueva situación que para todos en la vereda de Agua bonita es difícil. Los pobladores no esperaban que escogieran su tierra, porque la zona veredal original estaba a tres horas de distancia, cerca a la Unión Peneya. Pero les tocó. Así lo afrontan.
La nueva vida como vecino de las FARC en Montañita, Caquetá
Pocos se atreven a contar qué pasa cuando llegan las FARC a instalarse en una zona veredal. Jairo cuenta cómo el gobierno les impuso la nueva vecindad