La apertura de Colombia a las aplicaciones móviles de todo tipo nos lleva a plantear una pregunta: ¿Hasta dónde nos pertenecen nuestros datos? ¿Quién nos garantiza que un asesino en serie no obtenga la información de nuestra residencia, un pedido médico, un servicio, sí ya todo está en la nube y cada vez los entregamos sin menor resistencia? ¿Quién regula en Colombia la información que recopilan los desarrolladores de software?
Hace más de una década vimos en el cine sendas películas que hablaban de programas de espionaje para mantener vigilada a la ciudadanía (Enemy Public), (The Net), y ahora no hay duda de que estamos vigilados.
El temor que nos acecha saltó de las salas de cine para llegar directo a la puerta de la casa. Ahora paso a relatarles una situación sucedida en Colombia. En Bogotá, a un ciudadano que muchos conocemos: Andrés Santamaría Garrido, defensor de derechos humanos, Personero de Cali y Presidente de Federación Nacional de Personeros de Colombia, pero ante todo colombiano.
En la mañana del domingo 15 de febrero Andrés Santamaría usó la aplicación móvil domicilios.com, para pedir un desayuno, ignorando que su orden sería enviada por correo electrónico de manera simultánea a otra ciudadana y que esta ciudadana había perdido su celular en un bar reconocido de Bogotá, ubicado en Chapinero. Hasta aquí no hay nada del otro mundo, una coincidencia, un error, un fallo de la aplicación, y en nuestro cotidiano vivir un “eso le puede pasar a cualquiera”. Pero que gracias a esa falla, la Policía Nacional de Colombia, siguiendo las órdenes del Presidente de aprehender a todos los delincuentes, poner a buen recaudo de las autoridades a los integrantes de los carteles de celulares del país que los roban y comercializan en zonas fronterizas, decidan llegar al apartamento de Andrés Santamaría para que se haga responsable de la pérdida de un celular avaluado en 2 millones de pesos (por su propietaria).
La justicia colombiana nunca había actuado tan rápido. Los oficiales de Policía llegaron al apartamento de Andrés Santamaría en una zona residencial, y pretendían llevarlo a la Fiscalía, si él no “arreglaba por las buenas con la víctima, sino accedía a entregarle su celular” (equipo que se había perdido semana atrás en una discoteca de Chapinero, la misma fecha en la que Andrés estaba en Bolívar, Norte de Colombia). Los representantes de la policía investigaron y juzgaron que Santamaría en vez de estar defendiendo los derechos humanos, era el responsable de la pérdida del celular. Estamos entonces ante un descubrimiento de magnitudes gigantescas. A los representantes de la ley no les preocupó que los datos privados del ciudadano Santamaría hubiesen llegado “por error” a manos de otra ciudadana iracunda que pensó había logrado encontrar su celular y por lo tanto debía ir a ejercer sus derechos acompañada de media familia para demostrar que no estaba sola.
Uno lee la historia y realmente piensa que es un guión de cine, pero no. No es la primera vez que una aplicación móvil vulnera la privacidad del usuario. Acordémonos del caso del taxista que extorsionaba a usuarias de una app móvil para no echarles ácido en la cara (http://www.eltiempo.com/politica/justicia/taxista-amenazaba-con-lanzar-acido-a-usuarias-de-aplicacion-para-taxis/14768157) Ahora nuestros datos están a merced de quien quiera o se sienta con el derecho de reclamar por las vías de hecho o las que se le ocurra.
La Ley 1581 de 2012 distingue entre los responsables del tratamiento de datos personales y los encargados de ese manejo. Las primeras son las empresas, y los segundos son quienes realizan “el tratamiento de datos personales por cuenta del responsable del tratamiento“. La Ley define ‘tratamiento’ como “cualquier operación o conjunto de operaciones sobre datos personales, tales como la recolección, almacenamiento, uso, circulación o supresión“.
¿El Ministerio de las TIC, tendrá una veeduría sobre este tema que cada vez es más tenaz?¿Sabrán ellos que el acuerdo de privacidad es un canto a la bandera y que en cualquier momento podemos ser abordados por verdaderos delincuentes? ¿Será que ellos no usan aplicaciones móviles y por lo tanto no les toca vivir o padecer esta problemática que se puede convertir ahora en motivo de inseguridad para los colombianos, cómo si ya no tuviésemos suficientes?
Los representantes de la aplicación domicilios.com respondieron sobre esta situación:
Buen día.
Agradecemos su comentario. Lamentamos lo ocurrido con su solicitud, verificamos en el sistema y por motivos de actualización de la página ocurrió este error, ya escalamos la situación que es bastante delicada con el área encargada, entendemos su inconformidad y la preocupación de la misma por sus datos personales. Estamos en cambio para brindar un mejor servicio con buena calidad. Agradecemos su comprensión.
Cordial Saludo.
Customer Service
Clickdelivery.com”
Mientras tanto sigamos rogando al divino niño que ningún asesino en serie, psicópata o mala persona, tenga acceso a nuestros datos privados o reciba la información en su correo para hacer con ellos lo que mejor le plazca.
