Estudiantes de la uniandes se pusieron en la labor de recoger dinero para pagar los estudios de un bachiller de escasos recursos.
Juan Manuel Santos, Andrés Caro, Guillermo Tovar, Alejandro Franco, Sylvia Ávila, Mariana Sawadzky y Mayra Lara fueron quienes lideraron una campaña para pagarle toda la carrera universitaria en la universidad de los Andes a (Luis); estudios que equivaldrían a 145.000.000 millones de pesos, que es el acumulado del pregrado más caro en esta universidad.
Una tarde en la universidad de los Andes, más o menos entre julio y Agosto, se encontraban Juan Manuel Santos y Andrés Caro estudiantes de derecho, platicando como normalmente lo suelen hacer en sus tiempos libres, cuando de un momento a otro comenzaron a pensar en que podían hacer ellos como estudiantes de la mejor universidad de Colombia, frente a la realidad que hoy vive el país.
¿Qué ha hecho con los últimos 10.000 pesos que carga en su bolsillo? ¿En qué los ha gastado? Estas no solo fueron dudas que se plantearon Juan Manuel y Andrés, sino que también fue la manera de abordar a los estudiantes, en donde sus respuestas eran algo como: “pues comí algo”, “saqué unas copias”, “me tome una cerveza”, “fui a cine”. Sin percatarse si alguna vez habrían utilizado parte de su dinero para ayudar a alguien que lo necesitara.
Ante estas ideas que les rondaba por la cabeza una logró salir de allí y comenzarse a moldear; esta idea que surgió como algo muy “Romántico y muy bonito, pero poco factible” comentaba Alejandro Franco Presidente del Consejo estudiantil, estudiante de Ciencias Políticas y Derecho. Era hacer que entre los mismos estudiantes lograrán recaudar fondos para poder pagarle la carrera universitaria a un estudiante bachiller que por razones económicas no lo lograra hacer.
Con esta motivación juan Manuel comenzó a montar el proyecto, a pulirle una cosa la otra y así. Al presentar la propuesta ante el consejo estudiantil todos quedaron sorprendidos y muy contentos frente a una idea que le iba apostar a algo grande, hecho por estudiantes con grandes aspiraciones y para fortuna de todos, el consejo muy contento aprobó el proyecto.
Pero, cómo hacer para comenzar a recaudar el dinero... En el consejo estudiantil hay una estructura para que todo funcione a la perfección; este cuenta con unos comités que trabajan temas específicos y para esta iniciativa el encargado era el comité de Responsabilidad Social, quien gestionaría el proyecto LIDERANDES.
Dentro de este comité estuvieron presentes muchos estudiantes, quienes le metieron la ficha a la gestión de esta iniciativa, especialmente juan Manuel, Guillermo, Sylvia y Mayra. Ellos estuvieron encargados de ir a tocar puertas en la universidad y comenzar a conseguir a la gente para que colaboraran. ”Crear sentimiento de comunidad, quitar la barrera de que en los andes se necesita tener cierto nivel socioeconómico para poder estudiar allí” dice Sylvia Ávila, estudiante de Administración y economía, representante del consejo y directora del comité de responsabilidad social el año pasado.
Con muchas ansias y emoción llegaron a la vicerrectoría de Desarrollo y Egresados, en donde el Rector Mauricio Sanz de Santamaría los atendió, los encargados de buscar la ayuda comenzaron a contarle sobre el proyecto que querían hacer, y este hombre anonadado les brindó un espaldarazo institucional o en otras palabras una motivación muy grande, afirmando así que por cada peso que ellos lograran recaudar la universidad les iba a donar un peso, y pues con esta noticia quien no se pone a contribuir con ese proyecto.
Para hacer el proceso un poco más ágil se dividieron en equipos a los cuales se les designó un embajador, quienes eran representantes estudiantiles de diferentes áreas, aquí se alcanzaron a conseguir entre 80 a 90 embajadores, que eran representantes en otras organizaciones como Andar, S.O.S Andes, AIESEC que es una organización estudiantil y también Empreandes; y así también se les comento a amigos y gente que se inscribió para ser participante de esta “vaca estudiantil”.
La meta de cada embajador era recolectar 500.000 pesos en donaciones, o 50 personas; sin embargo era mucho mejor conseguir a las personas puesto que entre más apoyo hubiera por parte de los estudiantes daba un poco más de presencia, “se quería que fuera una beca de todos y a la misma vez de nadie” dice Alejandro. Además no se querían donaciones millonarias, sino gente queriendo colaborar, ya que se buscaba que fuera la beca de los estudiantes para los estudiantes.
Y ahora, se necesitaba comenzar a hacer más formal la propuesta y más visible. Por coincidencias de la vida en el camino del proyecto se cruzó Mariana Sawadzky quien participó activamente realizando la imagen, la publicidad y el diseño para el proyecto LIDERANDES, lo curioso del asunto es que en esos momentos Mariana no hacía parte del consejo; sin embargo eso no fue impedimento para que ella colaborara.
Tras ver todo lo recorrido, el comité decide arrancar con los aportes y dona 9 millones de pesos, aparte de iniciar y colaborar mediante esta donación, todos querían que la comunidad estudiantil se diera cuenta lo que el consejo lograba hacer; entonces imagínese usted lo que podía hacer la universidad en una gran cantidad, unida por una acción de esta magnitud.
Durante varios días comenzaron los rumores de las donaciones y todo el esfuerzo que estaban haciendo esos muchachos del proyecto de LiderAndes, rumores que llegaron hasta la papelería de 4 pisos cercana a la universidad en donde el “mono”, Abelardo Londoño un tendero muy conocido se puso la mano en el corazón y donó 15 millones de pesos, quien decía que solo era un acto de agradecimiento, ya que esos fueron estudiantes quienes lo ayudaron a dejar de ser un vendedor ambulante y convertirse en un empresario.
Con conciertos, actividades, una semana creada en la universidad llamada “la semana de la reciprocidad” donaciones en línea y más, en un trayecto de 10 días se había logrado el tope de 72 millones, que era lo que en realidad tenían que recaudar ya que la universidad donaba un peso por cada peso donado. Al final de la semana, muy sorprendidos todos admiraron el acumulado tan anhelado y un poco más, pues los fondos alcanzaron los 80 millones de pesos. Tras esa noticia de saber que se había recaudado el monto acordado, fue muy revelador el estar palpando esa realidad, todos sentían satisfacción y algo muy gratificante; pero ahora llegaba la selección del estudiante que sería el beneficiaron o “el elegido”.
Demostrar tener necesidad económica, acreditar ser un estudiante muy pilo esto basado en el ICFES y ser un líder en su comunidad. Estos eran los tres requisitos para poder ser el posible becado por los estudiantes, Y de aquí viene el nombre del proyecto LiderAndes; con esto lo que se quería lograr era no solo cambiarle la vida a una persona, sino a una comunidad entera, ya que si era un líder en su barrio podría retribuir a su comunidad algo de toda esa educación de calidad que recibiría.
A finales del primer semestre y a principios del segundo del 2014 se comenzaron las convocatorias, entrevistas a los candidatos, lideradas por Mariana, Mayra, Sylvia, Juan Manuel y Guillermo. Todos muy emocionados, luego de haber seleccionado a (Luis) su afortunado becario, líder comunitario; decidieron dejar en anonimato al ganador pues la presión que se carga al saber que se tiene una responsabilidad no solo con la universidad sino también con la sociedad que mira lo que haces es muy fuerte, entonces era preferible dejarlo así.
Pero esto solo es el comienzo y parte de muchas de las acciones que se han venido realizando y otras tantas de las que quedan por hacer. Pues con la campaña soy capaz, hace poco se logró bajar los torniquetes de la universidad, por primera vez desde hace 12 años que se colocaron, y durante ese día más de 20 profesores hicieron sus clases al aire libre, y así cualquiera pudiera entrar y disfrutar.
El consejo logró recaudar más de 2000 libros para una fundación que se llama ponte en mi lugar, para niños que son víctimas del conflicto armado. Así construyeron una biblioteca, instalándola y con el compromiso de visitarla cada mes y seguir alimentándola. Durante esa jornada también se le sirvieron más de 500 almuerzos a todo el personal administrativo y decir soy capaz de ponerme en el papel del otro, comentaba el presidente del comité estudiantil.
“De frente a Monserrate, de espaldas al País” Borrar ese estereotipo, eso buscan hacer todos y cada uno de los estudiantes que son representantes, líderes, presidentes del consejo estudiantil uniandino y no solo ellos, sino gran parte de la comunidad que estudian en esa universidad, y dar cuenta de que todo es cuestión de voluntad, de trabajar en equipo y de ser emprendedores; demostrarle a todos que ellos también son capaces de ayudar a la sociedad y apuntarle a la transformación social.