Durante mucho tiempo diferentes instituciones oficiales y privadas han promovido la flexibilización del mercado laboral con el argumento de mejorar el funcionamiento de este mercado reduciendo las fricciones, promoviendo la creación de puesto de trabajo por parte de los privados e incrementando las oportunidades de encontrar un puesto de trabajo en condiciones formales.
En este sentido se han escuchado propuestas que van desde reducir los costos asociados a la nómina (como se hizo en la más reciente reforma tributaria) hasta la eliminación del salario mínimo. Sin embargo, muy pocas veces se trata el tema sobre las barreras a la entrada al mercado laboral formal, que acentúan la iniquidad en la sociedad colombiana, como es el caso de la libreta militar. En efecto, en un país con las características de Colombia con una guerra que ha durado más de 50 años, los jóvenes que no quieren hacer parte de esa guerra y que no tienen la capacidad para comprar la libreta militar, evaden la prestación del servicio militar obligatorio se les excluye de participar en el mercado laboral formal dejándoles como opción la informalidad, la ilegalidad o desalentándolos a participar de ese mercado.
Para 2012, la tasa de desempleo de los jóvenes entre los 14 y 26 años era del 19% (1,1 millones de jóvenes estaban desempleados) cerca del doble de la tasa de desempleo total (10,3%) y la tasa de informalidad era del 60% (2,8 millones de jóvenes), es decir que 6 de cada 10 jóvenes ocupados trabajaban en condiciones informales. Así mismo, estos jóvenes llamados remisos, no tendrán la posibilidad de acceder a educación superior lo que convierte al requisito del servicio militar obligatorio en una clara trampa de pobreza para la economía colombiana en donde generación tras generación de jóvenes quedan sumergidos en la imposibilidad de hacer parte del aparato productivo y económico del país.
Por esto es que no es posible que desde el aparato institucional del país se continúe implementando este tipo de políticas que vulneran el derecho al trabajo y a la educación de miles de jóvenes colombianos.
