A mi parecer hoy es sin duda uno de esos días históricos que los medios masivos no cubren y la ciudadanía no conoce. Aunque probablemente no aparecerá en los libros de historia ni se rememorará en las escuelas, hoy, 27 de febrero de 2015, se gradúa en la Universidad Libre de Bogotá el primer objetor de conciencia que no ha sido obligado a cumplir con el (hoy ya antiguo) requisito de la libreta militar para obtener el anhelado grado.
Y es que como sabemos en Colombia es obligatorio el servicio militar, que de no prestarse en las filas debe compensarse con pagos que en muchos casos exceden las posibilidades económicas de muchas familias humildes. Ante esto la ley colombiana contempla la posibilidad de que el ciudadano se declare objetor de conciencia, sin embargo, esta alternativa (que es un derecho, dentro de los requisitos de ley) no solo es frecuentemente negada por las autoridades de reclutamiento sino que, de acceder a ella, los ciudadanos siguen viendo vulnerados en al menos dos de sus derechos fundamentales pues aunque la libreta militar no es requisito para ingresar a la educación superior sí lo era hasta ahora para trabajar y para graduarse.
Por esto el grado en filosofía que hoy se consigue es el orgulloso fruto de muchos años de lucha de jóvenes que decidieron defender su vocación de paz y mantenerse firmes en sus convicciones aunque esto significara no poderse graduar tras haber terminado sus carreras años atrás.
Así, aunque a algunos pudiera parecerles una evasión a servirle al país, estos jóvenes han hecho un servicio enorme a esta sociedad construyendo, colectivamente y con mucho esfuerzo, verdaderas alternativas de paz: no la paz que se celebra con firmas de acuerdos entre grandes actores armados, ni la que convoca a la "comunidad internacional", ni la que seguramente vale y generará cientos de billones de dólares o euros, sino la paz que requiere y apunta a la transformación de la conciencia de las personas en la vida cotidiana, la que requiere compromiso de por vida, la que es crítica y reflexiva, la más difícil y la más valiosa.
Por eso, así como se celebran los avances en la mesa de La Habana, hoy debe celebrarse este logro, que como diría el celebre astronauta es un paso para un hombre pero también un gran salto para nuestra sociedad.
*Para cualquier información y difusión sobre la objeción de conciencia y sus implicaciones, recomiendo contactarse mediante redes sociales con Acción Colectiva de Objetores y Objetoras de Conciencia (ACOOC), así como con Libre de Libreta Militar
Facebook: Libre de Libreta Militar:
https://www.facebook.com/profile.php?id=100005736795006
Twitter: #LibreDeLibreta