Cada semana aumenta sin parar la cifra de refugiados procedentes de Medio Oriente y África que llegan desesperadamente a Europa, buscando un lugar seguro para proteger sus vidas. Sin embargo, ante las medidas implementadas por el Viejo Continente -- cierre de fronteras, poca ayuda marítima a los inmigrantes, etc-- para frenar la llegada de árabes y musulmanes a sus países, luego los atentados en París en enero y noviembre de 2015, los refugiados se han visto, en la mayoría de casos, sometidos a rechazos y sus derechos se han visto vulnerados.
Los principales lideres Europeos como el primer Ministro Británico David Cameron o la canciller alemana Angela Merkel, entre otros, planean establecer estrategias que corten de raíz los problemas económicos y sociales que obligan a los inmigrantes a escapar de sus países.
El grupo terrorista Estado Islámico es el protagonista de la guerra que se desarrolla en Medio Oriente. Los bombardeos aéreos procedentes de la coalición occidental encabezada por Estados Unidos tiene dos objetivos: derrotar a ISIS, y lograr que el presidente sirio Bashar Al-Asar renuncie al poder. Sin embargo, el gobierno Sirio cuenta con el respaldo de Irán y Rusia, países que también combaten dentro de Siria a ISIS, pero que a la vez buscan proteger el mandato de Bashar Al-Assad, para que permanezca en el poder. Rusia ha sido señalada en múltiples ocasiones de bombardear a la Población Civil. Incluso, según informes de Médicos sin Fronteras, niños en escuelas y hospitales han sido víctimas de ataques rusos y de ataques químicos por parte del gobierno Sirio. No obstante, ninguna de esas acusaciones han sido aceptadas por Rusia, que se acusa simultáneamente con Turquía de apoyar a ISIS por detrás de bambalinas.
El califato impuesto por los yidahistas del Estado Islámico que ocupa un territorio entre Siria e Irak planea expandirse y el próximo país seria Libia. El grupo terrorista que actualmente representa la mayor amenaza para occidente, se aprovechará del terrible momento que atraviesa el país africano, desde que en el año 2011, durante la primavera árabe, fuera abatido el dictador Muamar Gadafi. El país esta dividido con dos poderes que quieren establecerse en el parlamento: uno proviene de Tripoli y el otro de la ciudad de Tobruk. A pesar de los esfuerzos de la Unión Europea para que se unifiquen los dos bandos y se logre conformar un gobierno para poder poner un poco de orden al país, las conversaciones de paz ocurridas en diciembre pasado han estado truncadas por varios desacuerdos entre las dos partes.
La población Libia que durante más de dos décadas, tuvo que soportar las injusticias bajo el mandato de Gadafi. El país ha vivido sumido en una guerra civil que en los últimos cinco años ha dejado más de 500 mil personas desplazadas. El acercamiento de ISIS a Libia eleva la señal de alarma, ya que es un país más cercano a Europa de lo que están Irak o Siria. También es un país con costas, lo cual facilita el tráfico de personas y el número de familias que huyen de los estragos de la guerra.