Para mí el asunto es que los integrantes del partido Liberal y del partido Conservador son los culpables y los autores intelectuales del fracaso del manejo político de la democracia colombiana. Ellos propiciaron la violencia partidista que dio como resultado la aparición de la guerrilla; cuando unos campesinos fueron masacrados al pedir que se cumpliera su derecho a cultivar la tierra. Y este ejemplo represivo lo siguieron los subsiguientes gobiernos liberales y conservadores cuando su oligofrenia no aceptaba la distribución equitativa de la tierra. Ellos provocaron la corrupción de todas las formas de gobierno a causa de la lucha por el poder.
Una lectura concienzuda de nuestra historia develará que la respuesta a la solicitud de equidad de sinnúmero de movimientos sociales encabezados por campesinos, indígenas, obreros, camioneros, artistas, profesores, estudiantes ha sido el exterminio sistemático de los líderes y/o la matanza generalizada. Y la guerrilla también copia este ejemplo, provocando el absurdo más grande cuando dijeron defender al pueblo que nunca han representado.
Volviendo a nuestros gobiernos, los impuestos que nos cobran por vivir en este país, siempre van en aumento; mientras que a las grandes empresas trasnacionales se les exonera de pagar los mismos. Sin embargo, es en estos 4 últimos gobiernos, en donde más se ha visto el deterioro de la calidad de vida del colombiano y para qué mencionar lo nefasto del gobierno neoliberal que implementaron Gaviria, Uribe y Santos; familias que se corrompieron y corrompieron al país, evidenciando el fracaso del modelo político administrativo de esta república.
Mi deseo y propuesta de solución es que retomemos la idea político administrativa de una federación, reconstituyendo el mapa político de Colombia. Los grupos paramilitares que respaldan a los grandes latifundistas y terratenientes a industriales de la caña de azúcar y la palma de cera no cederán las tierras que despojaron a los campesinos humildes y trabajadores y por lo cual perdimos la vocación agrícola de la nación; señores, ellos no van a devolver esas tierras, y para ello la guerra retornara al campo. Entonces que se queden con ellas y que se le entregue a los campesinos otras tierras en otros lugares de la geografía colombiana, y a todos aquellos que siguen añorando poder cultivarla y de esta manera evitar que los sigan asesinando, como hay lo hacen cuando reclaman su posesión y tenencia ancestral.
Así las cosas cada nuevo estado tendrá su propia configuración, sus propios dirigentes rindiendo cuentas y participación económica, política y social aun gobierno central. Tierras para los paramilitares defensores de terratenientes, latifundistas e industriales; tierra para los guerrilleros y sus simpatizantes comunistas, socialistas, maoistas y leninistas; tierra para el pueblo honesto, trabajador, víctimas de los malos gobiernos, que han dejado desplazados y despojados de sus tierras; y que el pago de los impuestos vuelva ha ser progresivo, a más riqueza contribuir con más porcentaje de impuestos; a menos riqueza menos porcentaje de impuestos; y a la falta de riqueza cero cobro de impuestos.
La salud debe volver al estado, quien debe cumplir con este derecho constitucional. El acceso a la vivienda es un derecho de todos, pero aquí se roban el presupuesto para ello o se dilapida en gastos de la burocracia, entonces eso debe acabar. Lo utópico se demora un poquito más.