Esos días en los que te levantas pensando en informaciones periodísticas pasadas y vas a Spotify y te salta Bomba Estéreo. Es como si estuviera obligado a hablar sobre este grupo, que más bien es un dueto liderado por la colombiana Lia Saumet, una mujer de armas tomar, muchas veces con un look extravagante, un poco hortera para mi gusto.
¿Por qué viene a colación Bomba Estéreo? La razón es simple. Viendo en días pasados su presentación en los Grammy Latinos, versionando el impotable Despacito al lado del resucitado Luis Fonsi, descubrí que siempre había tenido la razón: Saumet no canta, es un grillo musical que se ha colado en este negocio, no tanto por su calidad vocal, sino por sus arriesgadas apuestas musicales, que han gustado (al César lo que es del César).
Pero de tanto forzar ese último aliento que le sale de sus pulmones surge una cantante desentonada, sin técnica vocal alguna, que atropella y masacra nuestros oídos. He tenido la fortuna o el infortunio de ver a Bomba Estéreo en Madrid en muchas ocasiones, y la conclusión es la misma: Saumet interpreta sus temas de forma horrible, muy a su pesar.
Las críticas que ha recibido por su fatídico show en los Grammy no son puras especulaciones, son la realidad de una artista que se quiere asomar a lo grande en el engranaje de este poderoso mundo que es la música, pero casi siempre sale derrotada.
En eventos de la misma naturaleza como el que se realizan en Las Vegas, Saumet ha sido noqueada en el primer round. Si no fuera por el auto-tune dudo mucho que esta mujer de mediana estatura y con ínfulas de grandeza lograra su cometido a la hora de plasmar lo que sabe en un álbum. Ya para rematar esta nota puedo decirles que hasta un grillo canta mejor.