A lo largo de la historia hemos visto como la comunidad LGBTI ha venido siendo blanco de discriminaciones, maltratos y abusos cometidos por quienes no están de acuerdo o no permiten la diversidad sexual.
La vulneración de sus derechos fundamentales consagrados en la constitución política y en la declaración universal de los derechos humanos como por ejemplo: la igualdad y la dignidad humana son el pan de todos los días de una comunidad que incansablemente, día a día, lucha por sus derechos que por constitución se les deben respetar.
El conglomerado social es parte fundamental en esta discusión; es la sociedad en donde se gestan las diferentes dinámicas, estas dinámicas actualmente suelen ser discriminatorias para con esta comunidad, las personas reflejan un rechazo para quienes decidieron diferente acerca de su sexualidad, los consideran raros o anormales. Estas actuaciones obligan a los miembros de la comunidad LGBTI a esconderse por miedo a que los agredan por la forma en que expresan su sexualidad.
No son solamente los ciudadanos comunes los que son generadores de esta discriminación. Los servidores públicos de una u otra manera también ayudan a agrandar este boquete. Por un lado tenemos los pronunciamientos de la procuraduría, donde expresan que los jueces pueden acarrear sanciones si realizan la unión de las parejas del mismo sexo. De otra parte el silencio o la no legislación del matrimonio entre parejas homoparentales es recibido por la comunidad LGBTI como discriminatorio, ya que como expresan algunos congresistas, se escuchó la vos de la mayoría dejando a un lado la minoría a la cual le compete el tema. El proyecto de ley el cual fue negado por el congreso de la República fue el 047 del 2012 presentado por el senador Armando Benedetti.
Colombia vive un cambio social al cual la sociedad se debe acoplar. Una parte de la población colombiana pertenece a la comunidad LGBTI, esta comunidad, como cualquier otro ciudadano debe tener todos los derechos, que por constitución se le han consagrado, sin que se les excluya ninguno de ellos. La carta política protege a todos los ciudadanos que habiten o residan en nuestra nación, sin exclusión de tipo racial, sexual, religiosa o política. Es inaceptable que se le vulneren los derechos a una comunidad por decidir diferente conforme a su orientación sexual, lo cual es el caso de la comunidad LGBTI. Todas las personas somos iguales, por ende debemos gozar de los mismos derechos.