Poco a poco las elecciones para la alcaldía de Bogotá llegan a su clímax, aún faltan cuatro meses y cualquier cosa puede pasar, sin embargo el discurso de los candidatos va tomando forma y muchos de ellos aseguran que la ciudad está en un estado de caos y debe ser “salvada”. Es claro que la ciudad no es un paraíso pero creo que tampoco está en un estado de caos, es difícil que la ciudad esté en su peor momento cuando su tasa de desempleo (8,6 %) es la más baja de su historia, su tasa de homicidios la más baja en 30 años y existe un auge de grandes proyectos por construirse como el metro, trenes de cercanía y varios rascacielos.
Pero supongamos que la ciudad sí necesita ser salvada, que necesitamos una persona que nos rescate del estado actual, ¿quiénes son esos personajes y grupos que se autoproclaman salvadores? Es la pregunta del millón, la respuesta es sumamente desalentadora por no decir devastadora.
Será que nuestros salvadores serán aquellos que critican la falta de grandes obras concluidas en la capital, pero que cuando gobernaron el país durante 8 años (16 años según algunos), no fueron capaces de terminar con todo el poder de la nación ninguna obra de gran magnitud. Hagamos memoria, las dobles calzadas Bogotá-Girardot y Bogotá-Sogamoso adjudicadas en 2004 y que aún se están construyendo, el túnel de la línea que después de una primera licitación desierta fue adjudicado y debía terminarse en 2012 y que con optimismo estará listo en 2017. No son los únicos ejemplos también están el aeropuerto de Tunja, el Dorado y el aeropuerto del café que se encuentran a medio hacer y en el mejor de los casos a medio funcionar, cuando tenían que estar concluidos a eso del 2012.
Son esos mismos que tienen varios de sus miembros condenados por diferentes casos de corrupción como AIS, chuzadas o malos manejos en la DNE. Son los que lograron obtener para el país los deshonrosos primeros puestos en desempleo y desigualdad en Sudamérica. Pese a todo esto se venden como el cambio que necesita Bogotá, muchos creen que es en efecto lo que necesita la ciudad y respeto profundamente esa opinión.
Ellos no son los únicos que posan de redentores, están los que han gobernado el país los últimos años, esos que con increíble indiferencia han dejado a Yopal 4 años sin agua, tal cual ¡4 años! Son los mismos que no han hecho nada para evitar la muerte por desnutrición de más de 4000 niños en la Guajira (Bogotá lleva dos años sin un solo caso).
En otros aspectos si bien este gobierno heredó un real caos en el ministerio de transporte, no han podido concluir las obras de gran importancia para el país que se mencionaron con anterioridad, lo que deja entrever que no son ni los grandes ejecutores, ni gerentes, ni salvadores de pregonan ser.
No podemos olvidar a los que se venden como novedad aun cuando se han presentado infinidad de veces a las elecciones al cargo; que posan de grandes gerentes aun cuando su director del IDU está condenado en doble instancia por corrupción. Llaman casi con burla detalle técnico lo que paso en la Caracas y que buses verdes destruyeran (como lo predijo la Universidad Nacional) las vías barriales, cosas que le costaron a la ciudad lo de un pequeño carrusel.
Todos acusan con mano inquisidora a otros por causar los problemas de la ciudad, pero buscan los avales de los partidos que tienen muchos de sus miembros involucrados en el carrusel, como Cambio Radical (sin contar sus avales dudosos en la Guajira y la costa), partido de la U, partido liberal y partido conservador. Si son estos los perfiles de quienes buscan rescatar la ciudad, hágannos un favor ¡no salven Bogotá!
PD: Hay candidatos frescos que no son políticos tradicionales, sin tacha alguna, con partidos renovados, que han trabajado años por Bogotá. Les recomiendo buscar la totalidad de candidatos mirar sus propuestas y decidir.
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