La sorpresiva liberación de Leopoldo López, "la joya de la corona" de la oposición en Venezuela, levantó una humareda de conjeturas, similar a la que producen los gases lacrimógenos, que ya disipándose comienzan a dejar ver con algo de claridad.
Por eso, para no decir de nuevo lo que ya bien dicho está, coincido totalmente con esta conjetura:
Ronald Rodríguez, investigador del Observatorio Venezuela de la Universidad del Rosario dice: "La nueva condición de López genera incluso fracturas en la oposición, porque éste sería uno de los actores que más ganaría con un diálogo o negociación, mientras que hay un lado de este sector político, mucho más moderado, que está cerrado a sentarse con el Gobierno al no haber visto condiciones en los últimos intentos.
Con una negociación, López podría reactivar sus derechos políticos y eso lo volvería, sin ninguna duda, el próximo presidente de Venezuela, pero los más moderados tendrían que buscar consensos para irse acercando al centro”
Y digo yo: Al verse en una sin salida el gobierno venezolano y sabiendo que su destino final puede ser la cárcel en Estados Unidos, creo que hubo negociación. Y palabras más, palabras menos le dijeron: "Te liberamos, promueves un diálogo, llegamos a un acuerdo, permitimos elecciones, tu ganas, pero no nos tocas a nosotros. Nos dejas libres con nuestra plata y viviendo en Venezuela. Si no lo haces y quieres aprovecharte de esta negociación te devolvemos a tu fría celda en Ramo Verde".
No olvidemos que Leopoldo también es un político.
Pero como dije, es solo una conjetura.