Basta consultar la página electrónica del candidato Sergio Fajardo y hacer un clic en “Resumen de propuestas” para llegar a un interesante documento: “Síntesis de la propuesta de gobierno Sergio Fajardo”, para denotar el rigor y la seriedad con las que el candidato asume este debate electoral, alejado de las simientes uribistas que tanto daño le han causado a este país, pero también del aventurerismo, el mesianismo y el populismo. Por algo tiene ganado el cariño del pueblo, que lo adoptó como “mi profe”.
El contenido de su programa corresponde a cinco ejes principales:
i) Educación y oportunidades: Los jóvenes en el centro;
ii) Empleo, progreso social y cuidado de la población;
iii) La biodiversidad y los recursos naturales son la riqueza de Colombia;
iv) Un Gobierno por la igualdad;
v) Colombia sin miedo: Recuperar la seguridad, la confianza y consolidar la paz. Este programa demuestra que su equipo de gobierno, que corresponde a los integrantes de la Coalición Centro Esperanza –CCE–, un grupo de intelectuales y capaces dirigentes probados en “mil batallas”, se dedicaron a pensar y definir cómo resolver la grave crisis en la que más de treinta años de neoliberalismo han hundido al país y postrado a la mayoría de los colombianos.
El grupo de intelectuales encabezado por Fajardo plantea la diferenciación con los demás candidatos:
“Esta elección... será una disputa entre dos visiones de cambio. Las propuestas de gobierno que aquí presentamos representan una de ellas, la visión de cambio que necesita Colombia, la visión que une, que plantea una transición entre un pasado ya agotándose y un futuro por construir.
Colombia va a cambiar, pero es necesario que sea un cambio responsable, que construya sobre lo construido, que proteja las libertades, que sea pragmático, riguroso y que reconozca –y respete– las diferencias. Estas propuestas buscan una transformación responsable que tienda puentes entre diferentes visiones de país”.
De esta forma se aparta del populismo de derecha y el disfrazado de izquierda, pero además de la confrontación entre los extremos: Ni Fico, Ni Petro. Es una pieza de realidad política.
El documento orienta: “La opción de Cambio que aquí se presenta busca construir para preservar los elementos valiosos –y que vale la pena cuidar– de nuestra economía, de nuestras instituciones y de nuestra sociedad. Simultáneamente son un compromiso definitivo por acabar aspectos que no han permitido que brillen el talento y capacidades de las personas, como la corrupción, el clientelismo, el “todo vale”, las desigualdades y la violencia. Esta visión de Cambio está, además, fundada en las ideas liberales, defiende la libertad y la dignidad humana.
Nuestra visión pone en el centro de la agenda nacional a la educación, la ciencia, la tecnología, la innovación, la cultura y el emprendimiento. Queremos, además, que el medioambiente sea ¡por fin! una prioridad nacional, por eso le damos un papel protagónico y transversal en cada uno de los sectores y programas”.
Este diseño aparta a Fajardo y a la CCE de extravagancias mesiánicas disfrazadas de socialistas. El programa de Fajardo bien se puede resumir en:
-Defensa de la producción nacional
-Generación de empleo digno,
-Recuperación de derechos fundamentales
-Defensa de la Soberanía Nacional.
¡Es por quien votaré el domingo 29 de mayo para presidente de Colombia!