En los años recientes de la historia política de nuestro país se han visibilizado algunas iglesias cristianas debido a su activa participación en la contienda partidista. Cobraron fuerza con la votación mayoritaria que obtuvieron los promotores del NO, en octubre del año 2016, en el plebiscito realizado por el gobierno nacional para conocer la aceptación social de las negociaciones de paz que adelantaba con la guerrilla de las FARC en la Habana. También, en fechas más recientes, por su apoyo al desarrollo del proyecto de referendo impulsado por la senadora Viviane Morales con el que se pretendía modificar la Constitución Política con fines a restringir la adopción de niños a las parejas conformadas por un hombre y una mujer unidas en matrimonio y a las parejas que viven en unión marital de hecho, quedando excluidas las personas solteras y las parejas conformadas por personas del mismo sexo. Igualmente, en el correspondiente debate de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes (10 de mayo de 2017) sobre el proyecto en mención y cuya votación no fue favorable, lo que determinó su hundimiento.
En todo este asunto lo que resulta inadmisible y cuestionable es la intervención de un miembro de la citada comisión, el representante a la Cámara, abogado Silvio Carrasquilla, quien hizo referencia a sus creencias religiosas y a citas de la Biblia para defender y justificar su posición en favor de la finalidad del referendo. Dejó ver su total desdén a las leyes y a la Constitución Colombiana así como su desconocimiento de las sentencias y estudios realizados sobre la materia, lo que va en contravía de su deber de respetar y defender la Constitución y las leyes de la República y de cumplir fielmente las funciones del cargo. Unas de sus expresiones, en ese sentido, fueron: "la Biblia tiene más fuerza que todo" y "la Biblia es primero que la Constitución".
No menos censurable fue la actitud de la senadora Viviane Morales quien manejó la información con la que promovió su proyecto con sesgo ideológico y con abierta discriminación a los grupos de población que esperan cristalizar la posibilidad de la adopción de niños; tanto que el Ministro Juan Fernando Cristo manifestó su rechazo a la iniciativa por considerarla "inconveniente e inconstitucional porque se pretende emplear un mecanismo de participación ciudadana (referendo) para incorporar un texto que desconoce derechos fundamentales de personas cuyas condiciones y situación se encuentran protegidas por la Constitución", y el presidente Juan Manuel Santos afirmó: "la forma como están presentando el debate es tergiversado y mentiroso". La senadora, antes del debate, antes que otra cosa le pidió a sus simpatizantes que ayunaran y se unieran en clamor y oración, para así obtener los votos necesarios.
Finalizo esta nota con una reflexión del novelista, ensayista, crítico y poeta inglés Aldos Huxley (1894- 1963) que me suena apropiada y que dice así:
"La eficacia de una propaganda política y religiosa depende esencialmente de los métodos empleados y no de la doctrina en sí. Las doctrinas pueden ser verdaderas o falsas, pueden ser sanas o perniciosas, eso no importa. Si el adoctrinamiento está bien conducido, en la etapa adecuada de postración nerviosa tendrá exito. En condiciones favorables, prácticamente todo el mundo puede ser convertido a lo que sea".
En este caso particular, a mi juicio, la propaganda política y religiosa surtió efecto para conseguir las firmas pero no para obtener la votación necesaria en la comisión que debatió el proyecto.