Luego de la reciente muerte del cantante y youtuber Legarda, el pasado jueves 07 de febrero en el barrio El Poblado de la ciudad de Medellín, a causa de una bala perdida, comenzaron las movilizaciones de los medios de comunicación y de sus jóvenes seguidores, donde se pide a gritos cesar la violencia y tomar cartas en el asunto acerca de la inseguridad.
Y es que según el Centro de Recursos para el Análisis de Conflictos (Cerac), solamente en 2018 hubo 170 personas víctimas de balas perdidas, entre los que se cuentan heridos y muertos, y de los cuales en promedio el 35% de ellos, son menores de edad siendo: Cali, Medellín, Barranquilla, Bogotá y Cartagena, en ese orden las ciudades con más incidentes, lo cual evidencia la problemática que vive nuestro país.
Aunque la mayoría de los casos se han presentado en barrios de estratos bajos, por las denominadas “fronteras invisibles”, sabemos que aquí no se trata de clases sociales, la problemática existe y se trata de tomar conciencia, de rechazar lo que sucede… Así lo demostraron las cerca de 15.000 personas, en su mayoría niños y jóvenes, seguidores de Legarda que se reunieron el domingo 10 de febrero en la Plaza de Toros La Macarena, con camisetas blancas y la frase “Más sueños, menos balas”.
Sin embargo, vale la pena preguntarnos: ¿por qué solamente cuando hay un personaje famoso involucrado en un caso de estos se logra hacer una gran campaña de comunicación masiva de rechazo y concientización? Por ejemplo, varios medios, especialmente radiales y digitales, estuvieron retomando el tema por varios días, incluso el presidente lamentó su muerte y varios personajes de la vida pública se solidarizaron con esta desastrosa noticia.
Legarda es el símbolo actual de esta problemática, la cual debe solucionar de raíz el Estado colombiano. La política de seguridad debe ser radical, no seguir permitiendo que francotiradores ilegales que perdieron su puntería sigan matando inocentes, como si viviéramos en medio de una guerra civil.
¿Será que se requiere ser famoso para que la ciudadanía tome conciencia de para dónde vamos, si no se le pone un pare radical al porte ilegal de armas, llámense de fuego, blancas, o artesanales? No podemos seguir impulsando la industria de la muerte, nuestros jóvenes, el futuro, los dueños del mañana, se nos van con un mundo por delante, con sueños y deseos por cumplir.
Tengo que confesar que aunque hasta el pasado jueves, día del fatal hecho, no tenía ni idea quién era Legarda y muchos como yo, de mi generación, que no estamos inmersos en el mundo del reguetón, tampoco teníamos idea y nos preguntábamos por redes sociales, especialmente por Twitter, quién era este personaje, como si una cosa fuera el mundo real y otra muy diferente el mundo en las redes, hoy, después de leer y escuchar su bella historia y mensajes diarios con los que acompañaba a sus más de 3 millones de seguidores de Instagram y 150 mil por Twitter, me hago fan de sus frases dignas de un célebre joven que quería comerse al mundo y dejar huella: “Cuida lo que amas, porque los recuerdo no se pueden abrazar”, “Trabaja duro, ríe mucho, y siempre mantén tu palabra”, “Dios te da de regalo oportunidades, y lo que tú haces con esas oportunidades son tu regalo para él”.