Antes de proceder quiero censurar -categóricamente- los métodos de protesta que utilizaron algunos estudiantes el día de ayer en Bogotá. Aclaro, como académico defiendo y apoyo el derecho a la protesta consagrado en el artículo 37 de la Constitución Política del 91; de igual modo, manifiesto mi total desacuerdo con el vandalismo que ha permeado las manifestaciones públicas en contra de políticas educativas que vale la pena debatir.
Las imágenes captadas de decenas de "estudiantes" invadiendo las estaciones del sistema Transmilenio son una vergüenza, nos entristece ver cómo las causas se borran con la ignorancia de la ley. También es preciso señalar que se "presume" que las protestas son vulnerables a la infiltración, aun así me pregunto: ¿Será que no saben que esa forma de protestar deriva en la configuración de varios delitos? O si partimos del supuesto de la infiltración ¿Hasta qué punto los que protestan tienen conciencia del objeto de la protesta en relación con las consecuencias legales?
La Corte Constitucional en la sentencia C742/12 se pronunció frente a posibles vacíos respecto a la protesta social -interpretaciones que se hacían de la Constitución-; es decir, la ley protege a quienes se reúnan y se manifiesten pública y pacíficamente; pero, en el momento en que se tipifiquen delitos como obstrucción de vías públicas que afecten el orden público y, perturbación en servicio de transporte público, colectivo y oficial, la obligación del Estado de proteger el derecho a la protesta se transfiere por la obligación del Estado de velar y mantener el orden público. Dicho de otro modo para evitar suspicacias, cuando los derechos se convierten en vías de hecho, y estas vías afectan el equilibrio social, el Estado y sus herramientas deben proceder.
Hay un desconocimiento -preocupante- de la norma, muchos de los que protestan se dejan llevar por efervescencia del momento y olvidan los motivos. Lo que más me sorprende es que los estudiantes -el futuro del país- tiren a la basura un cúmulo, absolutamente necesario, de elementos en materia educativa que perdió el protagonismo en varios medios de comunicación por el contenido audiovisual del abuso.
Ojalá -esta mala experiencia- se traduzca en un espacio de debate -desde la academia- sobre la utilización de los métodos legales de protesta social, más ahora que la MANE volvió a la agenda nacional. ¿Cómo esperamos que se revise y se discuta el Acuerdo Superior 2034 si el eco de las manifestaciones se quedó en imágenes de "estudiantes" sobre el techo de estaciones de transmilenio? Tenemos mucho por hacer.
@zamivar