Que la izquierda ya no es liberal, sino prostituta. Que son iguales o peores que los que tanto critican de la extrema derecha: marrulleros entre ellos mismos, sedientos del poder que no han tenido en Antioquia y con un ego parecido al del expresidente eterno.
Jorge Gómez le pasó factura a Luz María Múnera por no apoyar a Fajardo a la presidencia, entonces enterró la curul al concejo de Medellín, una verdadera pérdida su voz para la democracia, independiente de los errores que haya cometido, porque la ciudad requiere una oposición fuerte frente a los proyectos urbanísticos, las injusticias y las irregularidades administrativas.
La izquierda quedó en Medellín más dividida, expuesta y sin representación; incluso, Jairo Herrán, el candidato de la Colombia Humana, lo primero que hizo fue pedirle cacao al recién alcalde electo luego de atacarlo en campaña, ¡la vida te da sorpresas!
Desde la otra orilla, la extrema derecha representada por el Centro Democrático y los candidatos tradicionales, perdieron ante el voto de opinión, aunque muchos quemados nos dijeron que hubo compra de votos ¿realidad o ficción? Vaya a saber usted. Lo cierto es que la gente está cansada de los tradicionales y votó por una posición más demócrata, entonces ahí ganaron espacio los discursos liberales e incluyentes como los de Aníbal Gaviria y Daniel Quintero. Aníbal no tiene sino de demócrata el discurso en la ciudad ya lo sabemos, esperemos que Quintero recuerde lo duro que le costó surgir, su consigna por reducir las brechas de desigualdad y la consigna por proteger a EPM, porque en el discurso de unión y reconciliación por la ciudad está atinando.
No nos olvidemos que la posición de los medios y las organizaciones más allá de que converjan con algunas posturas, al final debe seguir siendo de veeduría, control y seguimiento a lo que propongan las autoridades locales, más que aplaudir y lamber para sacar alguna tajada.
El Centro Democrático se quemó en todas las alcaldías del Valle de Aburrá, menos en Bello donde ganó Óscar Andrés Pérez, con brazalete del Inpec a bordo, aunque hay que aclarar que todavía tiene una presencia fuerte de concejales y diputados que seguirán enviando el mensaje de este partido. Eso sí, ganó la democracia con la renovación de la curul de María Paulina Aguinaga, una mujer que se ganó el reconocimiento público a punta de buenos debates sobre Hidroituango, la EDU, las fotomultas y la situación de la ciudad.
El supuesto “centro” encarnado por Fajardo también quedó chamuscado en el plano local, pero ganó en la capital donde se disputará la banda presidencial con Petro. Más reencauche para el panorama de las próximas elecciones a nivel nacional, mientras tanto esperemos que los “demócratas” hagan su tarea en el plano local y logren refrendar con buenas gestiones el descontento con los tradicionales, sino estos arrecieran con todo dentro de cuatro años.