La crisis coyuntural y sin precedentes que ha generado el coronavirus en nuestra historia reciente, lo ha convertido en el villano por antonomasia de esta celebre obra que se narrará por generaciones, no existen documentos, entrevistas o investigaciones que permitan verlo de otra manera, la prensa internacional solo habla de este fenómeno como una ola imparable de muertes, incertidumbres, desconcierto e inestabilidad, en un escenario global donde nadie se atreve, de momento, a poner el punto final con respecto a este tema.
Es una situación que hace parte del inconsciente colectivo, parece que todas las personas fueran voces autorizadas para hablar de epidemia, crisis económica y social, el estado de las finanzas del país, de la falta de lealtad de un sistema bancario, de las posibles soluciones a corto plazo, incluso se da la posibilidad de escuchar a algunos científicos de ocasión tratando de desarrollar la mejor vacuna contra el COVID–19.
Lo que deja claro este evento de carácter global para el que ningún ser humano estaba preparado, es que se presenta una oportunidad única, invaluable y tal vez irrepetible, el actual escenario ha dejado lecciones claves para la evolución social, este momento nos permite un nuevo pensamiento una nueva visión donde la consigna es “el sistema debe ser reinventado”. La situación actual obliga a repensar las dinámicas sociales, es imposible predecir lo que pase en el futuro inmediato con todo el maremágnum que el coronavirus plantea, pero es imperativo salir de la zona de confort ya que esta situación “ha sido un detonante que va a traer unas consecuencias estructurales que están a favor de un cambio masivo que este sistema lleva muchísimos años necesitando”.
En este momento todos los conceptos y todas las perspectivas pueden ser valoradas, todo en lo que habíamos creído ciegamente y habíamos adaptado a nuestro pensamiento esté en entre dicho, somos testigos excepcionales de la caída del establecimiento social, del aparato estatal, de la institucionalidad y por ese motivo en toda la población, “el coronavirus destapa las cloacas del sistema, los organismos de poder y el gobierno”. Es claro identificar las debilidades del sistema de mercado y la desigualdad ha generado en la sociedad; sistemas de salud manejados por entidades privadas que anteponen el lucro a la salud y bienestar de sus usuarios, un capitalismo salvaje que solo busca incrementar las ganancias de las grandes corporaciones, un sistema financiero exprimidor al cual se le apoyo en otro momento de la historia y que se resiste a retribuir ese acto mostrando a todas luces su falta de reciprocidad en un momento en que realmente se requiere.
Estamos en un proceso de depuración total y hay que entenderlo de esa manera por que no se trata solamente de las necesidades clínicas de los afectados por el coronavirus y sus familias o de la cantidad de victimas mortales que ha dejado y dejara el mismo, o de la enorme cantidad de familias que hoy no tienen la posibilidad de llevarse un trozo de pan a la boca, “no nos debemos eclipsar con solamente la punta del iceberg, que son los efectos del coronavirus”, ya que esto son una serie de eslabones de una cadena que sumergirá al planeta en una profunda recesión económica donde no solo los individuos se verán afectados, sino que también será el fin de las empresas y la perdida de millones de empleos “esto ya era una realidad, pero la estábamos tapando”, que llevara a protestas y altercados de gran magnitud que generará nuevas dinámicas sociales.
No es claro identificar que sucederá en meses, pero lo que se espera son consecuencias de las medidas desesperadas de los gobiernos que para mantener estable la economía han inyectado millones y millones, lo cual va a generar en un corto plazo una inflación insostenible donde muchas personas carecerán de los recursos mínimos para abastecerse y el papa estado tendrá una responsabilidad mayor en el destino de dichas personas con un agravante mayor ya que los gobiernos están endeudados.
Es necesario mirar esta situación con optimismo pues suscita una nueva forma de pensar, de ver el mundo, la política, el sistema productivo y la posición de un individuo emprendedor capas de enfrentar la crisis con propuestas creativas que permitan sobrellevar de manera tranquila el diluvio de consecuencias que eventualmente producirá por la pandemia, no obstante hay que dejar claro que muchas son las personas que se verán afectadas directamente, pues perderán su empleo y con ello el sustento para sus familias. Lo realmente provechoso de este momento histórico otorgado por la naturaleza “busca la evolución de consciencia de la humanidad donde la vida aprovecha para despertar”, cuando todo esto que hoy vivimos haya llegado a su final incierto por de más, la humanidad no va a ser igual, algo se modificara en la forma en que se ve la vida y de la misma manera en la forma de actuar.
La reinvención del ser humano para este momento histórico esta planteada como una etapa de investigación, innovación y desarrollo sin precedentes soportada en la tecnología ello nos llevará a un neo génesis y permitirá salir delante de esta noche oscura que se mostró como un episodio regenerador del pensamiento y el actuar humano.
