Días caóticos nos ha tocado vivir en nuestra sociedad. Sentimos en nuestras ciudades una inseguridad que hace mucho tiempo no teníamos. No es simple percepción, es la realidad cruda que debemos vivenciar por cuenta de unas protestas impregnadas de vandalismo. Desde hace tiempo este aire insurrecto y revoltoso está vivo, solo que estaba en un momento de espera a que hubiera ese florero de Llorente que desatara finalmente la furia del pueblo. Y está bien, hay que garantizar la protesta, pero la real manifestación que es pacífica y en el orden racional que debemos tener como seres humanos, cosa que no ha sucedido en estos días de vandalismo porque tenemos un saldo de cientos muertos y heridos. Parece que no hemos pasado ese estado de naturaleza, el cual Hobbes define como un estado de guerra de todos contra todos, o un estado en el que el hombre es el lobo del hombre, utilizando palabras de Aristóteles.
Es triste ver cómo se desmorona nuestra sociedad en el caos absoluto, pero más triste aún ver que hay políticos bastante repugnantes que aprovechan este momento de oscuridad para catapultarse en la carrera por la presidencia, e incluso incitan a la violencia y al ataque de policías, que de por cierto, lloran, despotrican y patalean cuando muere un defensor de derechos humanos o cualquier otra persona, pero hacen un silencio ensordecedor, abrumador, ante la muerte de los héroes de Colombia, esos que todos los días dejan a sus madres, padres, hijos, abuelos y demás familiares para arriesgar sus vidas en la protección de los bienes públicos y privados y de las personas de nuestro país. Eso sí que me parece doblemente asqueroso, la doble moral de esos políticos que dan valor a la vida dependiendo de su función dentro del Estado; ese doble racero que deja ver los sepulcros blanqueados que son, utilizando las palabras de Nuestro Señor Jesucristo.
Es cierto que la reforma tributaria es una decisión nefasta del gobierno del presidente Iván Duque, eso nadie lo discute, hasta el mismo Expresidente Álvaro Uribe Vélez lo dijo y los demás miembros de los partidos de gobierno como lo son el Partido Colombia Justa Libres, el Partido Conservador, el Partido Liberal, el Partido de la Unidad Nacional y los demás que han acompañado al gobierno, pero que esta vez le dieron la espalda. Es verdad además que, como pueblo, Colombia se debe hacer sentir y para ello se tiene el valioso mecanismo de la manifestación pública, garantizado por el artículo 37 de la Constitución Nacional, la sentencia T-366 de 2013 y otras jurisprudencias dictadas por la Corte Constitucional.
Sin embargo, también es verdad que los derechos míos van hasta donde empiezan los derechos de los demás, para que así no haya atropellos, que eso es precisamente una de las funciones del Estado para los teóricos como Hobbes, Locke y Rousseau. Pero acá en Colombia pareciese que tienen más derechos los vándalos que los ciudadanos de bien. Lo digo porque han muerto dos bebés en ambulancias porque los vándalos que bloquean las vías no dejan pasar estos carros de emergencia y ocurren esos desenlaces fatales, o detienen las ambulancias para revisar qué es lo que llevan en su interior, es decir, estamos llegando a una inversión de valores en lo que los malos gobiernan y los buenos nos debemos ver sometidos al pillaje y a las afectaciones en nuestros derechos personales y reales.
Quieren que salgan los policías sin el armamento necesario para detener esa turba bestial, pero eso sí, representantes a la cámara como María José Pizarro que tanto ha promovido esas marchas no sale sin su protección personal que está conformada por policías, esos mismos que ella sale a regañar en un video de Twitter cuando le piden que salga a calmar los ánimos de los manifestantes que se iban a tomar la sede del Congreso en plena plaza de Bolívar.
“Seguimos viendo cómo los progresistas están dedicados a tirar la piedra y a esconder la mano”: este es #ElControl de @MAndreaNieto a las “contradicciones” de algunos políticos durante el paro en Colombia. https://t.co/rN35yLBKnb pic.twitter.com/Og3lTYze7P
— Revista Semana (@RevistaSemana) May 6, 2021
La representante alega que fueron los del Esmad quienes empezaron a atacar a los jóvenes cuando protestaban, pero la realidad es que los que verdaderamente estaban en el sitio dijeron lo contrario, como en el caso del periodista Juan Esteban Silva Rodríguez quien en un trino respondió a María José Pizarro diciéndole: “No, @PizarroMariaJo. Tuve la oportunidad de cubrir en ese punto durante todo el día y lo que dices no es cierto. Dejen de defender el vandalismo de unos pocos, que como siempre y tristemente, empañan una protesta que fue mayoritariamente pacífica. El Esmad no provocó a nadie”.
No, @PizarroMariaJo. Tuve la oportunidad de cubrir en ese punto durante todo el día y lo que dices NO es cierto. Dejen de defender el vandalismo de unos pocos, que como siempre y tristemente, empañan una protesta que fue mayoritariamente pacífica. El ESMAD no provocó a nadie. https://t.co/CNQBTcnQ3L
— Juan Esteban Silva Rodríguez (@juanestebansr) May 6, 2021
Es triste ver que defienden el vandalismo de una manera animal, muy fuerte, pero después esconden la mano para demostrar que ellos no tienen ese nadadito de perro que molesta a las personas.
No podemos coartar el actuar de la fuerza legítima del Estado, porque, así como a la representante Pizarro le da miedo salir a detener a los que ella tanto defiende e incita a salir, así también a nosotros nos da miedo que quedemos desamparados, sin quien nos defienda de esos bandidos que quieren acabar con todo. Necesitamos que la gloriosa Policía Nacional nos cuide, así como lo hace María José Pizarro, que no se alejó ni un momento en su video de ellos quienes tenían el deber de cuidarla, así ella sea una desagradecida con quienes la protegen de sus mismos incitados.
