A pocos días de que se cumpla la fecha límite del 31 de enero para que las 23 zonas veredales estuvieran listas para concentrar a todos los frentes guerrilleros, Carlos Córdoba parecería superado por la situación.
La mayoría de los sectores implicados coinciden en la incapacidad logística del gobierno para garantizar una infraestructura mínima de convivencia en los 23 puntos de concentración. El mismo integrante de las Farc , alias Romaña, escribió en su cuenta de Facebook su inconformidad: "No le sigamos diciendo mentiras a el pueblo Colombiano, si precisamente de eso se tratan los acuerdos de hacer un cambio de mentalidad en la realidad de nuestra cultura política y económica. No es cierto que en 6 días estarán listas las zonas, esto es imposible, se necesita voluntad política y decisión ejecutiva. Seguimos en incertidumbres para el paso a la normalidad".
El gobierno no ha adecuado aún los espacios físicos a los que se comprometió. Las obras dentro de las Zonas Veredales han sido construídas por las Farc. Adentro de las carpas las temperaturas asciende a los 40 grados. Los funcionarios de Naciones Unidas no tienen camas, muebles o baños. La fuerza pública recurre al batallón para asearse.
La situación es tan grave que en una de las zonas visitadas por el presidente Juan Manuel Santos en diciembre pasado encontró a guerrilleros intoxicados por culpa de una carne descompuesta.
Los días pasan y la situación parece agravarse.