La idea les surgió a los administradores Diego Andrés García y a Laura Botero, cuando intentaban crear su propio emprendimiento. Con espíritu de empresarios recién graduados, andaban a la búsqueda que una idea que no solo tuviera el componente tecnológico básico para competir en esta época, sino que les facilitara la vida a las personas y tuviera un componente ambiental. En esa exploración, supieron de una empresa colombiana que estaba desarrollando una máquina para lavar automóviles que permitía ahorrar un 90 % el consumo de los 75 litros de agua que normalmente se utilizan para lavar un vehículo, la posibilidad de hacer algo similar les gustó. Eso, más la falta de tiempo para llevar el carro a un lavadero en una ciudad de difícil desplazamiento como Bogotá, para luego tener que hacer una larga cola y esperar horas en un ambiente incómodo, fue lo que los motivó a entrar en el negocio.
La competencia para su proyecto, no eran los grandes lavaderos de automóviles, sino los lavaderos móviles a través de carritos en los parqueaderos. En estos sitios, el usuario aprovecha la visita al centro comercial o el club para lavar el carro, pero debe igualmente manejar hasta allí y disponer de un tiempo mientras lo organizan, acomodándose a la disponibilidad del prestador del servicio. LáveloPues! se concentró en buscar una solución técnica que permitiera al lavador transportar el equipo al lugar donde se encuentra el cliente, evitándole el desplazamiento y tiempo del servicio. El transporte tenía que ser en motocicleta, el vehículo que permite moverse rápido por la ciudad y que es aportado por quién realiza el servicio como herramienta de trabajo, igual como ocurre con otros start-ups de servicios de domicilios como Rappi, Domicilios y UberEats.
Reunieron capital entre ahorros y familiares para diseñar una máquina de lavado por aspersión en vez de la tradicional agua a presión, que junto con productos especializados permite dejar los carros impecables utilizando solo cinco litros de agua por lavada, además, sin necesidad de conexión a electricidad o agua. El equipo autosuficiente, lo compone los cinco litros de agua, más los productos de limpieza, que son transportados en una caja especialmente diseñada para trasladar en la moto, y que LavaloPues financia junto con el kit básico que arranca en $ 600.000. Lograr el transporte en moto fue lo más difícil, pero ahí esta el éxito, se puede llegar a cualquier parte y cumplir con los horarios acordados. Los lavadores solo tienen que presentar que poseen moto y su disposición a un trabajo que es fácil de aprender. Luego de pasar un proceso de selección a través de una empresa especializada que incluye el chequeo de antecedentes, la plataforma le asigna los clientes.
La reserva del servicio se hace a través de un App que se baja al celular, la página web www.lavelopues.com o telefónicamente, donde se ofrecen varias alternativas de servicio y precios dependiendo del tipo de vehículo: automóvil o camioneta. El lavador llega al lugar del servicio dentro del rango de tiempo acordado. El aplicativo controla el historial de servicios, los cuales otorgan puntos de fidelización que pueden ser cambiados por limpiezas de motor y servicios gratis. El gran reto ha sido cambiar la mentalidad del cliente, acostumbrado a que para lavar el carro se requieren grandes cantidades de agua. Algo que se logra luego del primer servicio.
Su plan de expansión está enfocado en crecer en Bogotá y posteriormente abrir en Medellín para finales de año o inicios de 2019. Este crecimiento se hará con un capital conseguido a través de ángeles inversionistas de HubBog, centro de emprendimiento en Bogotá.
En la actualidad se cuenta con once personas dedicadas a lavar carros, las cuales prestan en promedio 50 servicios diarios en la ciudad de Bogotá, con un tiquete promedio de $ 35.000. El reto es la recurrencia de los servicios a domicilios, carros que en promedio se lavan 10 veces al año. Pero ese no es su único mercado, también manejan servicios corporativos y atención a concesionarios en puntos fijos como Fema (Coca-Cola), 3M de Colombia, el Club del Comercio, y Alianza Motor concesionario Renault. Para finales del año, esperan tener 20 personas realizando limpiezas, más Diego Andrés que es el gerente general y una persona de soporte administrativo.
Entre sus éxitos luego de tres años de operación, está haber superado el punto de equilibrio, los 10.000 servicios prestados, 480.000 litros de agua ahorrada en estos servicios si se comparan con los que hubieran utilizado por el método tradicional y las 16.000 horas que los clientes han podido dedicar a actividades más atractivas. Aunque el gran orgullo de la empresa, es haber sido seleccionada para prestar el alistamiento al Papamóvil durante la visita Papa Francisco a Bogotá entre el 6 y 10 de septiembre del año pasado.