El fenómeno Donald Trump sigue creciendo. Con la nominación republicana totalmente asegurada y una popularidad que aumenta de forma incontrolable, este Magnate y experto parlanchín ha empezado a mellar el camino hacia la Casa Blanca, enfocando sus esfuerzos en la conquista de la siempre impredecible pero clave comunidad latina.
Con todos los comentarios incendiarios y malintencionados que el Señor Trump ha dicho en contra de los mexicanos (entiéndase mexicanos como todos aquellos que están al sur de Estados Unidos), sería lógico pensar que el nivel de respaldo hacia su campaña es menor al 1% dentro de esta población específica. Sin embargo, su triunfo en las primarias republicanas en estados como Nevada o Florida, este último repleto de hispanohablantes, hace pensar que construir un muro para proteger a los Estadounidenses de los maleantes del sur, no es una idea tan descabellada para los ojos de aquellos que orgullosamente dicen ser latinos cada vez que les conviene.
Recientemente vimos a la Colombo-estadounidense Miriam Witcher (su apellido latino no se sabe) saltar a la tarima en un encuentro político de la campaña de Trump, para gritarle a todo el mundo su amor y devoción por el Magnate Neoyorquino. En un principio cualquier desprevenido tomaría este hecho como algo aislado y no necesariamente como una tendencia de opinión; Mrs Witcher podría haber visto todas las temporadas de “The Apprentice” y en el proceso se enamoró de la abundante cabellera de Trump, lo que la llevó a apoyarlo en su campaña política, sin importar los disparates e incoherencia que este señor prometa. Esa habría sido una explicación bastante lógica y aceptable para lo que Univisión Catalogó como un hecho poco común dentro de la comunidad hispanohablante.
Contrariamente a todo lógica, no son pocos los latinos que orgullosamente como Mrs Witcher pregonan a los cuatro vientos su apoyo al señor del peluquín; de hecho, en Facebook existe un grupo llamado “Latinos/Hispanics for Donal Trump” con más de 21 mil likes y en Twitter ya empieza a ser tendencia el HashTag #LatinosForTrump. Pero la más dolorosa evidencia de que los latinos se están “cambiando de equipo”, es un video que el mismo Donald Trump ha publicitado en sus redes sociales, donde muchos Estadounidenses-Latinos demuestran, con palabras, con pancartas o con abrazos, el apoyo al candidato republicano. Este video fue dirigido por Ángelo Gómez, un hispano que al parecer realiza sus prácticas profesionales dentro de la organización de Trump y que orgullosamente exhibe su admiración por este personaje en su cuenta de Twitter cada 30 segundos.
En esencia, este video es una recopilación de imágenes y testimonios, acompañados obviamente por una música de fondo trascendental, para demostrar que los latinos e hispanos sí ven a Trump como una opción viable para la presidencia. Por ejemplo, Jorge de California dice “Es simple, voy a votar por Trump porque necesitamos construir el muro y proteger nuestra frontera; no hay nada racista en eso”. Otra persona que no dice su nombre, pero que sí afirma ser latino, posa frente a un cartel publicitario que él lleva en su camioneta, que dice “Yo vine a Estados Unidos de forma legal, buscando el sueño americano, no la pesadilla mexicana”. Y así, decenas de personas de la comunidad más atacada e insultada por el político republicano, demuestran activamente su apoyo y sus ganas de querer ayudar a que Trump sea el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
¿Cómo explicar lo inexplicable?, ¿Cómo alguien apoya a su propio verdugo? Son varias las hipótesis que se pueden arrojar. Una de ellas, dicha por el famoso periodista y activista Jorge Ramos en una entrevista hecha por Andrés Oppenheimer, es que la mayoría de latinos que han emigrado al país del norte tienen un nivel de educación bajo o nulo, lo que los hace una víctima perfecta de la demagogia y mentiras de cualquier político (justamente como pasa en cualquier país latino). Otra razón, que yo me atrevo a formular aquí, es el hecho de que todos aquellos latinos que van han votado en las primarias republicanas y van a votar en noviembre, tienen un estatus legal en Estados Unidos o son latinos de segunda y tercera generación; esto los convierte en ciudadanos comunes que son indolentes ante los problemas de aquellos ilegales que están tratando de salir adelante; es más, para ellos lo ideal sería que la migración de latinos acabara y así, de una vez por todas, acabar con el estigma de ilegales o “mojados”. La otra gran explicación, que ya muchos han avalado, es que Trump hace política de una forma muy poco común, apelando a su carisma, diciendo cualquier barrabasada sin meditarlo, aplastando a sus oponentes con mensajes hirientes y malintencionados, pero sobretodo asegurando que él es el indicado pues es un hombre multimillonario y experto en generar empleos; esto obviamente obnubila la razón de cualquier votante, incluyendo los latinos.
Francamente es imperdonable el creciente apoyo latino al “Tren Trump” como él mismo llama a su campaña. La indolencia con la situación de los trabajadores indocumentados, por parte de aquellas que ya están de forma legal, es algo escandaloso. Tal vez este video sea la mayor prueba de que Latinoamérica nunca va a salir de la pobreza y siempre estaremos condenados a ser comprados, gobernados y explotados por el político de turno.
