Jorge Alexander Quevedo, representante conservador por el departamento del Guaviare, tendrá que pagar caro por la osadía que, según su partido, cometió al firmar la ponencia del proyecto de ley de reforma laboral, una de las banderas legislativas del gobierno en el Congreso.
Efraín Cepeda, presidente del partido, decidió aplicar en su caso el duro reglamento de las bancadas y pidió la intervención extraordinaria de la veedora de la colectividad, María Eugenia Correa.
En un proceso sumario ella llegó a la conclusión de que Quevedo incurrió en una falta grave al desacatar la orden de no apoyar los proyectos del gobierno después de que los azules dejaron de pertenecer a la colación del gobierno y se declararon independientes.
No hubo tutía. Jorge Quevedo dijo haber actuado a conciencia, pero ella decidió imponerle una suspensión por tres meses, lapso durante los cuales no podrá ejercer sus derechos parlamentarios de voz y voto.
Miembros de la Unidad Legislativa del congresista evalúan varias opciones, entre ellas la de interponer una acción de tutela por violación a los derechos fundamentales del representante. La consigna conservadora es que la disciplina del partido no es negociable.
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