Todos y todas ya tenemos clarísimo esta época en la cuál estamos hiperconectados con todo el mundo y al mismo tiempo más aislados y solos que nunca y el asunto parece no mejorar, al contrario, nos encerramos más y más en nuestras burbujas tecnológicas opinando sobre todo y nada al mismo tiempo a toda hora, pudiendo socializar con gente en tercera dimensión y no con perfiles falsos muchas veces, pero cuando se apagan los dispositivos la soledad les pasa como un camión por encima. Nos hemos dado cuenta que la pandemia ocasionó un boom de divorcios, muchas parejas que estuvieron encerradas durante todo ese tiempo apenas pudieron salir al mundo de nuevo lo primero que hicieron fue separarse, y la gente ahora busca relaciones en apps de citas (por ejemplo) que no duren mucho no se aguantan a nadie más de tres meses, a las únicas “personas” que si se aguantan son a sus mascotas. Convirtieron a su perro o su gato en sus apoyos emocionales, pelearon a muerte su custodia cuando se separaron: “quédate con el apartamento, pero Juan Camilo (sí, ya les ponen nombres compuestos y hasta apellido) se queda conmigo”. Claro, saben que el cuadrúpedo no les fallará nunca, ahí estará esperándolos(as) y pagan lo que sea para que el perrito les lambisquee la cara cuando llegan a la casa después de trabajar. (Si supieran que Juan Camilo se tomó toda el agua del inodoro 20 minutos antes).
Muchas empresas, veterinarios y negocios unipersonales ya se pillaron que esta gente o “pet lovers” como les gusta que los llamen, pagan lo que sea para que su “hijiperro” o su “hijigato” tenga lo que ellos creen que el animal necesita: -Seguro de vida,
-Psicólogo para la depresión de estar encerrados muchas horas en apartamentos de 50 mts cuadrados y para curarles los traumas en Enero de haber sido sometidos al sonido de la pólvora en Diciembre, Y la lista sigue:-“Outfit” para salir al parque, otro para estar en la casa y les tomen cientos de fotos que luego serán subidas a las cuentas de Instagram de sus dueños con hashtags tipo #juancamiloderelax, ah, y no podía faltar el outfit para dormir, o sea una pijama. Son tan capaces de lavarles los dientes antes de dormir, y cuando van a un lugar léase un Cine, un restaurante o hasta un Homecenter se cercioran de que sea Pet friendly, si no lo es, lo piensan dos veces antes de ir. -Shampoo especial, dieta especial, ya en este punto me pregunto: ¿Quién necesita más el Psicologo, el animal o el dueño(a)?
Otra moda entre los pet lovers es adoptar (no compres, adopta, reza el eslogan) y esto es una lotería, si se adoptan perros masomenos adultos con un pasado de maltrato podría pasar lo que ví en un video en redes, el dueño se despierta a las 3am aterrorizado de ver dos ojos brillantes en la oscuridad, prende la luz y ve al perro con cara de Jack Nicholson en el Resplandor como diciéndole: “Mueves un solo músculo y me arrojaré a tu cuello para degollarte a dentelladas.” Acá ya no hay Psicólogo ni Psiquiatra que valga el perro está jodido, roto, no puede vivir con humanos, así que con mucho pesar pero que lo devuelvan a la perrera de donde nunca debió salir.
Ahora bien, si mis queridos Pet Lovers se pillaran como tratan a sus mascotas los campesinos en sus parcelas o fincas, se irían de culo;
¿Nombres? “Tony” o “Capitán” y ya. ¿Clase de comida? El calentao de la noche anterior. ¿Afecto y/o caricias? El que les dan los hijos máximo. ¿Terror a la pólvora? Ja, se la dan revuelta con el calentao y cuando estalla le ladran, no salen despavoridos a buscar refugio debajo de las enaguas del dueño, si estos salen de viaje y no los llevan ni les dejan comida, pues se tragan una gallina de la finca de al lado, pero si algo han aprendido es que su existencia tiene una sola función: Cuidar la finca y defender a sus dueños, lo único que ha aprendido Juan Camilo es a posar para selfies y a desbaratar los muebles del apartamento.
Entonces me surge una pregunta, me imagino que los Dog y Cat lovers estarán cotizando juiciosamente los aportes a pensión, pues porque si decidieron no tener hijos, la mesada pensional les va a servir para pagar un enfermero(a) o cuidador que les limpie el culo cuando ya no puedan hacer eso por ni por uds mismos. ¿ o es que piensan que el animalito se los va a hacer? Ahí les dejo la reflexión.
Para terminar, me parece que hemos llegado al escenario ideal que tanto anhelaba el escritor Paisa Fernando Vallejo, la tasa de natalidad disminuye drásticamente y las mascotas son los reyes del hogar, no era eso lo que quería madame histeria? ¿ahora que va a criticar? El deseo (que también comparto) de fusilar en el paredón a todos los expresidentes va a tomar un poco más de tiempo, al menos reconózcale eso a esta nueva sociedad, la sociedad de los pet lovers y la estupidez colectiva.
Nota: Mil disculpas por usar tanto anglicismo, pero los publicistas y vendedores de productos para mascotas nos impusieron este lenguaje creyendo que asi venderán más, y bueno, les ha funcionado.