“El que no conoce la historia está condenado a repetirla”, viejo adagio atribuido a Napoleón Bonaparte y que bien viene para mostrarnos que, en el ámbito educativo, de este país seguimos repitiendo la historia, pero cada vez más frecuencia y de forma descarada. Este trabajo lo hacen muy bien las locomotoras del gobierno que suben a los diferentes poderes (nacionales, departamentales y municipales) cada cuatro años.
Estamos en tiempos de posconflicto y se están abriendo oportunidades regionales para llegar a lugares impensables, donde hoy se podría desarrollar una educación de calidad, con garantías e innovación. Habría que darse, por ejemplo, una pasadita por la Universidad de Pamplona, para ver una universidad que lucha por auto sostenerse en un contexto donde el presupuesto cada vez es más reducido. Destinándose a otros programas (Ser Pilo Paga) e instituciones (ICETEX), que según el cuento que nos hecha; son innovadores, mejora la calidad de vida y permiten el desarrollo educativo de la región y el país.
Si hacemos memoria, en 2011, el presidente Juan Manuel Santos emprendió un proceso de reforma de la Ley 30 de 1992 que reglamenta la Educación Superior en nuestro país. Para muchos padres de la patria era la gran salida heroica de la reforma y uno de los tantos actos salvavidas que ha realizado este personaje desde que asumiera en 2010 la presidencia por primera vez. Ha eso sumémosle las numerosas inversiones al ICETEX cada año y la última y más reciente muestra de que la educación de este país no importa: el famoso programa Ser Pilo Paga.
Un programa que le ha arrebatado y reducido a las universidades públicas de provincia como la Universidad de Pamplona grandes cantidades de presupuesto, para enviarlos a las universidades privadas, dejando así como única salida de que las universidades tengan que recurrir a endeudarse, autofinanciarse y encima de eso cumplirles al gobiernos con estándares de alta calidad, porque de lo contrario tiende a desaparecer y se ven obligadas a privatizarse. Cuando reciben algo, son migajas por parte del gobierno nacional, departamental eso si es un país en paz.
Para lograr esta migajas de presupuesto e inversión; los estudiantes deben hacer paro por más de 17 días, dejar sus clases, encapucharse, exigir la presencia de representante del gobierno nacional y departamental, sentar a los integrantes del Consejo Académico y Superior de la Unipamplona para discutir las problemáticas y darles a entender que se unan para mejorar la calidad educativa, solicitar informes reales financieros, congelaciones de préstamos que se están realizando, tomar los campus - sedes para que estos entes públicos les pongan cuidado y la clase política de este país se compadezca. Pero eso no es todo, también deben exigir unas garantías, como el derechos que se tiene a la protesta, para que no tomen represarías jurídica y de control. Hacer firmar para que no validen los trabajos durante el cese de actividades, porque hay profesores que van en contra de estos procesos y pedir que se recupere las clases. Todo esto cada semestre se está volviendo costumbre en la Unipamplona para que pongan cuidad a la situación e inviertan 20 pesos más, al presupuesto que cada año pareciera que fue una limosna.
Los estudiantes de la universidad pública de provincia se preguntan cuál es la prosperidad para todos de la que se vanagloria el gobierno, cuando cada semestre se deben pagamos matriculas cercanas a cualquier universidad privada del país, cada semestre debe existir un paro, la duración de estudio se reduce más y los docentes ocasionales de la universidad se ven obligados a estar tres meses desempleados al año.
A toda esta problemática, hay que sumarle que la administración de Santos en los últimos meses de ejercicio camina sobre el filo de la navaja. Los problemas que enfrentará el nuevo gobierno a partir de agosto del 2018 serán muy grandes en todos los ámbitos especialmente en el educativo. Esperamos que realicen las modificaciones correctas y recuperen el rumbo que algún día se tuvo de la educación y universidades públicas de este país.
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