POR PROTEGER LOS JARDINES LOS RICOS CARTAGENEROS
NO DEJAN NAVEGAR AL PAPA
Una de las más grandes posibilidades que los costeños que acudirán a Cartagena el 10 de septiembre tenían para ver al papa Francisco era al momento en que, saliendo de la Base Naval, fuera en una lancha descubierta hasta la mitad de la bahía, donde ha quedado de nuevo entronizada la imagen de la Virgen que tumbó hace unos meses un rayo. Pero ante la previsible afluencia de público en un sitio tan exclusivo de la alta sociedad, los cartageneros de estrato 6 pusieron el grito en el cielo porque los jardines del malecón de Bocagrande/Castillo Grande quedarían pisoteados por la multitud. En reemplazo, obispos y oligarcas se pusieron de acuerdo para trepar al papa en el helicóptero que lo llevará a la misa campal de Comtecar y sobrevolará la imagen de la Virgen de la Bahía.
¿RIGE O NO RIGE LA LEY PARA DEDIPARADOS DE ESTRATO 6 ?
Cuando Alejandro Ordóñez, el antiguo Procurador acudió a la Registraduría a inscribir el Comité que recogerá las 480 000 firmas para poder aspirar a ser candidato en las elecciones de mayo del año entrante, se presentó con su candidato a la vicepresidencia, el pastor Name, de Barranquilla. Carlos Caicedo el exalcalde de Santa Marta, que también aspira a recoger toda esa cantidad de firmas para ser candidato presidencial, se presentó con la exconcejal indígena Quigua. Pero los dediparados de Clara López y Sergio Fajardo fueron a cumplir idéntica diligencia y a ellos no se les vio llevar su candidato para vicepresidente. Algunos dijeron que esa norma, que Ordóñez y Caicedo cumplieron, ya dizque no rige. ¿O será que los candidatos de estrato 6 gozan de una excepción a la ley?
ENRIQUE VIII Y EL GALEÓN SAN JOSÉ
El tono, la dignidad y la trascendencia de las frases conque el presidente Santos se dirigió, desde el baluarte de San Ignacio en las murallas de Cartagena para anunciar, exaltando a límites casi inverosímiles, la audiencia pública mediante la cual dizque adjudicarán el rescate del Galeón San José ( o de lo que queda en esas profundidades) más parecía un espectáculo de la corte Tudor y que quien hablaba no era Juan Manuel Santos Calderón sino Enrique VIII. La prosopopeya del discurso, la inmensa felicidad que se le veía en el rostro a él y a la ministra Garcés (que hacía las veces de Ana Bolena) por anunciar semejante logro, no consiguió tapar la pantomima que harán el 14 de julio dizque para “adjudicar” el rescate en una APP.