EL TLC CON KOREA ARRANCÓ COJO
Gracias a la determinación de un juez que favoreció la petición del antiguo distribuidor de vehículos Hyundai, Carlos Mattos, para que se prohibiera vender cualquier vehículo de esa marca hasta que la fábrica coreana no dizque le pague 250 millones de dólares por no haberle renovado el contrato, el TLC con Korea, que arrancó el 15 de julio, lo hace cojeando y puede peligrar. Los cultivadores de hortensias, los ingenios azucareros y más de una fábrica barranquillera que realizaron cuantiosas inversiones para usar ese mercado, han quedado a merced de la influencia de Mattos, y donde el TLC se suspenda, podrían a su vez demandarlo a él.
EL GENERAL NIETO PIERDE MÁS PUNTOS
Aun cuando la prensa adicta al régimen santista ha tratado de no hacer reportería sobre el caso, la dolorosa muerte de Luis Orlando Saiz en Duitama, en un enfrentamiento por el paro camionero, tendrá finalmente un solo responsable: el general de la Policía que pudo haberle informado al presidente Santos que Saiz había muerto por manipular una papa bomba y no por las heridas que la causó una bomba lacrimógena lanzada por el Esmad, como lo demostró Medicina Legal. El hecho de Santos haber sido pillado una vez más por los colombianos diciendo cosas no ciertas, no solo aumentó la mala fama que a ese respecto goza ya nacionalmente el primer mandatario, sino que hizo perder muchos puntos al Director de la Policía frente al gobierno.
GESTICULANDO O LLORANDO PERO SIN TOMAR MEDIDAS
El aluvión de críticas recibidas en las últimas horas por el presidente de Francia, Francois Hollande, por no haber evitado la horrorosa matanza de Niza y que llevó al ex primer ministro Juppé a decir “El Gobierno socialista se pasa el tiempo gesticulando, sin tomar las medidas policiales que era urgente tomar», bien podrían aplicarse a Cali, en donde la oleada de atracos, crímenes e inseguridad sigue cobrando víctimas. El viernes pasado, dos futbolistas uruguayos, Fuentes y Hernández, que juegan en el América, fueron objeto de uno de esos robos que ya caracterizan a Cali. Entretanto, el gobernante caleño, como en Francia, se la pasa llamando “prepagos” a los periodistas que le denuncian o llorando en público, pero no toma medidas policiales serias, como es debido.