A CRUZAR LOS DEDOS
El país entero está cruzando los dedos desde hace tres días y los seguirá cruzando durante el resto de semana no por el resultado de la campaña presidencial sino por Hidroituango .Las declaraciones del jueves pasado del gerente de EPM sobre la posibilidad de desmoronamiento que existe alrededor de Hidroituango y de su presa, nos pusieron frente a una realidad que si bien hasta ahora es solo probable puede significar un golpe de muchas proporciones donde de verdad se dé. Las víctimas humanas potenciales viven en 16 municipios frágiles y los daños en cultivos, animales y propiedades desde Puerto Valdivia hasta La Mojana serían tan grandes como los que podrían caerle a las finanzas de Antioquia y de EPM.
EL CARDENAL CASTRILLÓN
Ningún otro colombiano ha llegado más alto en la estructura burocrática vaticana que el cardenal Darío Castrillón muerto en Roma esta semana cuando llegaba a los 90 años. En la única oportunidad en que Colombia tuvo tres cardenales y dos miembros del gabinete papal (con el cardenal López Trujillo), el arzobispo que fue de Pereira y Bucaramanga alcanzó poder, influencia y gloria. Controvertido en épocas cuando la Iglesia podía conseguir destituir gobernadoras que no estuvieran casadas por los ritos católicos. Visionario pragmático en momentos en que Colombia requería diálogos de paz como los que ayudó a montar en Maguncia. Conciliador inteligente cuando medió en secuestros tan estruendosos como el del hermano del presidente Gaviria, el país no lo recordaba sino porque no le puso filtro a las ayudas generosas que católicos mafiosos como Lehder le dieron para sus obras sociales.
LAS ENCUESTAS INFLUENCIADORAS
Si por algo podrán recordar algunos (no todos) los colombianos estas elecciones del 2018 no será por sus resultados definitivos, ni por los aburridorsísimos debates en televisión que tuvieron los candidatos, (que terminaron por espantar su sintonía), sino por la manera descarada, sin control y muy agresiva como las encuestas manipularon la opinión pública y casi que reemplazaron el derecho al voto. Al comienzo, cuando seguramente los financiadores de esos sondeos requerían promover determinadas candidaturas, treparon a unos. En los últimos meses, pese a que los candidatos no dijeron nada distinto ni estrujaron la opinión pública, nos escogieron a otros. Y como Colombia es un país donde a la gente no le gusta perder, ya ni vale la pena meter el dedo para escoger los dos finalistas. Los encuestadores dizque ya los seleccionaron. Es la nueva democracia.