HIDROITUANGO: EL FRACASO ECONÓMICO DE EPM
La lamentable situación que se ha vivido alrededor del proyecto hidroeléctrico de Ituango no solo pone, otra vez, en jaque a la ingeniería antioqueña sino que va a obligar a hurgar en los orígenes de la obra, en los prediseños que hizo Integral, en la toma hostil que con el patrocinio del actual candidato Fajardo se hicieron los de EPM a las acciones del Idea en Hidroituango y finalmente en la construcción, casi en secreto y muy velozmente, del tercer túnel luego de que los dos inicialmente previstos encontraron obstáculos geológicos no advertidos en los diseños y estudios de suelos. Y, sobre todo, a respaldar sus reclamos ante las aseguradoras con evidencias concretas de que se trató de imprevistos geológicos y no de falta de glosas de los interventores porque si no lo hacen, la situación económica de EPM, debiendo tanta plata, y habiéndose comprometido a respaldar esasdeudas billonarias con una energía que no producirá, más temprano que tarde la llevaría a un colapso que nadie desea pero que ya los banqueros avisoran.
LA MALDICIÓN DEL PUENTE DE BREMUCO
Quienes han estudiado la conquista de Antioquia han encontrado dos episodios que demostrarían el desprecio que los españoles mostraban hacia los indígenas. Uno es el de las minas de Buriticá, que surtían de oro a los zenúes y a los incas que llegaban hasta el rio Mayo y que fueron muy poco valoradas y finalmente abandonadas por los españoles porque eran explotadas verticalmente, en excavaciones cilíndricas que los conquistadores ni entendían ni compartían como método eficaz. El otro es el del puente de Bremuco, que permitía el paso de las cargas de oro a las llanuras del Zenú y que, hecho de cabuya, estaba situado de un lado al otro del torrentoso río Cauca, donde por estos días han levantado la presa de Hidroituango. Ni lo admiraron ni lo quisieron cuidar y dicen los cronistas que cuando lo destruyeron y los indígenas quedaron incomunicados, uno de los caciques nutibaes maldijo a todos lo que intentaran volverlo a levantar. ¿Será que esa maldición habrá llegado a nuestros días?
LAS BOLETAS A MILLÓN DE PESOS
Resulta exagerado, pero sobre todo innecesariamente provocador, que en este país se permita que las boletas para entrar al concierto de un artista internacional se vendan cada una a millón de pesos. Si bien los espectáculos son costosos y en Bogotá no existen escenarios adecuados para que ingresen muchas personas más y bajen los costos de las entradas, el que exista un número crecido de compatriotas que puedan gastarse un millón de pesos para oír a Rogers Waters, el antiguo integrante del desaparecido y mitológico grupo de rock “Pink Floyd”, no deja de hacer pensar en cuántos mercados para familias sin recursos podrían comprarse con cada una de esas boletas de entrada.