LA CAMPAÑA DE LOS ZAPATOS
Si algo muestra el bajo nivel de la campaña presidencial, en donde en dos semanas los debates entre candidatos fueron agotados y, hasta ahora, a un mes de las elecciones ninguno de ellos ha sido capaz de sacar avante un lema o eslogan que lo identifique y lo promueva, es del debate los zapatos que usan quienes aspiran a la presidencia. En una foto memorable el expresidente Uribe, que cuida, defiende y controla al extremo a su candidato, se le vio zapato crocs en mano desde un balcón mostrando que clase de zapatos calza y todo eso en respuesta a los ataques hechos a los ferragamos que usa su candidato y el señor Petro.
¿LA INGENIERÍA COLOMBIANA HACE AGUA?
Cuando comenzaron a caerse los edificios de Medellín (esta semana tienen que implosionar otro en la Loma de los Bernal) se pudo constatar que el problema resultó ser de los diseñadores y calculistas. Cuando se cayeron, en los últimos años, los puentes de la calle 106 en Bogotá, del Guayepo sobre el San Jorge, el Charte en los Llanos Orientales, el elevado que daba ingreso al aeropuerto Los Garzones en Montería y otro pequeño en la vía al Chocó, no se dijo públicamente que la falla era de diseños, cálculos o malos procedimientos de construcción. Pero cuando esta semana se anunció que el de Chirajara, el más grande de los caídos, se vino al suelo por un mal diseño y un pésimo cálculo de sus tabiques, ha vuelto a pensarse en la crisis de la ingeniería colombiana, por la cual no responden ni las universidades ni los profesores ni los estudiantes y, lo que es peor ni los mismos ingenieros.
LA CAJA DE PANDORA DE LA MINERÍA DEL ORO
Las medidas que han venido adoptando el Ministerio de Hacienda y sus alfiles en el Ministerio de Minas y la Agencia Nacional Minera para dizque reglamentar la explotación y compra venta de minerales (desde el oro hasta la arena de rio) no solo siguen la línea oligárquica visible en todos los actos del señor Cárdenas, sino que les hasta la opresión miserable ha complicado la vida a los pobres mineros escarbadores y a los compraventeros y, lo que es peor, ha permitido destapar una verdadera olla de Pandora. Allí no solo se capan impuestos, se trastean hasta la disolución investigaciones de la Dian y de la Contraloría General de la República, sino que se evidencia que las normas protegen extrañamente la consolidación de un par único de pulpos que compran casi todo el oro en Colombia.
