Las 829
Desde cuando comenzaron a aparecer los casos de las niñas de Carmen de Bolívar, afectadas en su salud luego de que les aplicaron la vacuna Gardasil contra el papiloma, el ministro de Salud, Alejandro Gaviria, se aferró a la tesis de que se trataba un caso de histeria colectiva. No valieron los datos de otros países en donde ese mismo medicamento ha ocasionado problemas a quienes se las aplican. Era histeria y punto, como siempre sucede con este gobierno. Las enfermas no existían como no existen las autodefensas gaitanistas ni las ambiciones territoriales de Nicaragua. Ahora los padres de 829 niñas afectadas, certificadas por científicos, han demandado. Nos tocará pagarles la histeria.
Los gordos de la censura
Gravísimo y paradójico al mismo tiempo el anuncio del ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, de considerar las redes sociales como armas de guerra y de advertirnos que el gobierno de Santos y la Emperatriz van a controlarlas. Muy grave porque frenar la libertad de expresión en redes es tratar de imitar a China, Corea y Cuba, donde el internet está restringido. Y paradójico porque quien da la batalla pública por imponer la censura es el gordo ministro de Defensa y quien puja en privado moviendo sus poderosos hilos en Casa de Nariño es María Lorena, la emperatriz, que también está pasadita de kilos. Nos la pusieron gorda los gordos.
Alcaldes mentirosos
Esta semana el alcalde Buenaventura, Eliécer Arboleda fue acusado, documento en mano, de haber llenado el renglón de su hoja de vida correspondiente a la inscripción con una información falsa. No es bachiller de un colegio de Armenia, como lo indicaba. Ocho días antes el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa fue comprobadamente acusado de haber mentido igual al llenar con un doctorado en Francia que nunca obtuvo el mismo renglón de la hoja de vida para el mismo acto de inscripción. Al negro de Buenaventura ya le abrieron proceso. Al imponente alcalde de la capital, todos quieren explicarle y minimizarle la mentira.
@eljodario
