POR FIN PARIÓ PAULA
Como decían las abuelas cuando alguna mujer demoraba mucho en el parto, por fin el gobierno nacional entendió el daño que ha tolerado y aupado desde el 2012 al dejar al garete, sin reglamentación y sin regulación las libranzas. Circuló esta semana, para comentarios y reparos, un proyecto de decreto del Ministerio de Comercio reglamentando ese negocio. Aunque en él no se responsabiliza directamente a ninguna superintendencia de la vigilancia y cumplimiento, cierra las hendijas por donde Suma Activos, Estraval, Elite y otros más se dedicaron a convertir en mina de oro el negocio de las libranzas y a tumbar finalmente a miles de compatriotas ilusos y ambiciosos.
DILIAM METE LA MANO EN LA SEGURIDAD DE CALI
El pasado viernes, durante el Consejo de Seguridad que el presidente Santos realizó en Cali, se evidenció lo que las redes han venido pregonando con desespero: Cali no tiene un plan específico de seguridad (ni cívico ni policial) para combatir el aumento del muertómetro y mucho menos para palear el pánico que se ha apoderado de sus habitantes por el exceso de robos, atracos, fleteos, etc. Fue la gobernadora Diliam Francisca quien presentó ante Santos un plan global para el departamento, incluido el impuesto aprobado por la Asamblea para implementarlo y, obviamente, comenzando por Cali la capital del Valle. Eso no le gustó para nada a Armitage, que con declaraciones destempladas y completamente desencajado, pero sin un esquema serio de batallar contra la inseguridad, volvió a quedar mal ante la ciudadanía y ante el presidente y su equipo.
EL SULTÁN ERDOGAN
En Colombia hemos protestado por los seguimientos indebidos, las chuzadas y las presiones recibidas por los dueños de los medios de parte del gobernante para prescindir de comentaristas y periodistas que no se acomoden al régimen de la mermelada. Pero comparando con lo que está haciendo Erdogan, el presidente turco, con los periodistas y los medios de comunicación actuando cual sultán de hace tres siglos, clausurándolos y metiéndolos a la cárcel, en Colombia gozamos de un régimen de tolerancia y respeto por las voces diferentes que es necesario resaltar al hacer la comparación. Resultan minucias las gestiones del staff presidencial colombiano ante los dueños de las cadenas radiales y de tv y ante los periódicos para que determinados periodistas o comentarista hayan salido de sus puestos, y dejen de ser piedras en el zapato del régimen santafereño, frente a la hecatombe que en Turquía sufre la libertad de prensa en medio del silencio de todos los gobiernos del orbe.
