Canal de TV para las Farc
Cuando el M-19 hizo la paz e ingresó a la Asamblea Constituyente de 1991, el gobierno de César Gaviria ajustó las cargas de la información y le cedió en uno de los dos canales de cobertura nacional un noticiero de televisión, AM-PM, que dirigió Otty Patiño. De la misma manera, si de verdad se quiere que las Farc se reintegren a la vida democrática, debe pensarse si no en darles uno de los dos canales que están en licitación, si un noticiero donde pueda exponer sus tesis, sus programas y sus críticas a la marcha nacional. Sería lo mínimo, que los antiguos combatientes den una visión, por arrevesada o dinosáurica que resulte, de la Colombia que ahora se comprometen a sacar adelante sin armas, con ideas y con trabajo. Negarles ese derecho nos haría repetir la eterna historia de un país que se la ha pasado de venganza en venganza, manejado por los mismos y con las mismas, tapando la realidad o enmermelando congresistas y periodistas para que no cuenten ni modifiquen lo que sucede.
El parque de Briceño demuestra el desgreño de Fajardo
Briceño es una población de Antioquia en donde se han venido sucediendo episodios en busca de la reintegración y la paz. Primero fue el desminado en alguna de sus veredas. Ahora la transformación de los sembrados de coca por productos de pancoger que puedan ser comercializados. Pero allá también se desarrolló uno de esos procesos de la Colombia tarifada. Un contratista chocoano debía reestructurar el parque de la población. El gobierno de Fajardo puso un poco más de 600 millones, y como en muchas de sus actuaciones como gobernante, no le hizo seguimiento a la obra y se quedó con el blof de sus calzones sin correa y sus crespos al aire. La Contraloría de Antioquia no vigiló en su momento, aunque era evidente que la obra no se terminaba, y el nuevo alcalde de Briceño se encontró al posesionarse con que le habían aumentado a fines de diciembre un poco más de $250 millones a la obra para dizque reajustar el presupuesto o acaso para pagar la tarifa politiquera de los que se iban. Ahora ha ordenado liquidar unilateralmente el contrato mientras Fajardo y sus esperanzas de ser presidente siguen dando demostración de su desgreño para gobernar, hasta en Briceño.
El Ojito del magistrado
Lo sucedido entre los magistrados del Tribunal del Atlántico y el director de El Heraldo de Barranquilla muestra que el gobierno de los jueces que hemos ido tontamente implementando, así se exceda o se deje chupar por el remolino de la patria tarifada, no le importa dar muestra de su poder. Resulta que El Heraldo, basado en boletín de prensa de la Fiscalía, publicó una nota sobre la indagación preliminar que se hacía a dos magistrados del Tribunal, Ojito y Cabrera, dentro de un proceso entre el Distrito y un grupo de pensionados. Ellos pidieron rectificación. El periódico les permitió explicar sus tesis y exponer sus defensas. El magistrado Ojito presentó tutela para exigir rectificación. El periódico publicó la primera. No fue satisfactoria para los ofendidos. Una segunda tutela obligó a mas rectificaciones, que El Heraldo realizó. Ojito no quedó satisfecho tampoco. Un juez, el sexto penal, que depende del Tribunal, atendió la queja del magistrado e impuso desacato a Marco Schwartz, director de El Heraldo, mandándolo 3 días a la cárcel y una multa de $2.068.000.