¿QUIÉN TIENE EL CENSO DE LÍDERES SOCIALES?
En un país en donde por tantos años se ha mantenido una organización para causar miedo como las “Águilas Negras” y nunca se ha investigado a fondo quienes son ni quiénes redactan sus panfletos amenazantes, valdría la pena preguntar quién de verdad tiene el censo de los líderes sociales en Colombia. Si es realidad que ha sido realizado, que nos digan quién maneja y se aprovecha de esa información tan completa. Y si no lo tienen, que se haga el trabajo de censarlos a lo largo y ancho del país para que no nos sign endilgando como líder social a cuanto muerto necesitan los enemigos de la paz para seguirnos asustando o, de verdad, para volver ahí sí “trizas la paz”.
JESURUM EL INTOCABLE
La denuncia que hiciera esta semana Hernán Peláez en su hora de diálogos con Vicky Dávila por la FM de Julio sobre la probable comisión que habrá de pagarse a un árabe por la consecución del señor Queiroz como entrenador de la selección de mayores, vuelve a poner en el ojo del huracán al señor Jesurum, quien en el fondo es el gran manejador de los hilos del fútbol colombiano, pero estamos seguros que no pasará nada y saldrá tan incólume como logró salir del proceso de la reventa de boletas que hasta el más bruto de los colombianos sospecha que de alguna manera debió pasar para bien o para mal por su escritorio.
SON UNOS VALIENTES: TRABAJAN DE SOL A SOL
A raíz del aumento de las cifras de remesas que los colombianos de la diáspora enviaron el año pasado a sus hogares, han querido levantar desde los escritorios bogotanos la hipótesis que una muy buena parte de ese dinero proviene del narcotráfico, que lo reintegra al país por cuotas mensuales. Como no saben y como no han querido averiguar cuántos colombianos de verdad trabajan de sol a sol en tierras extrañas para enviar una cuota mensual que ayude al sustento de los hogares, repiten las mismas mentiras cada año para devaluar el sudor de esos compatriotas. Y como tampoco han querido estudiar cuánto sufren quienes desde lejos ven crecer sus familias gracias a las varias jornadas en un solo día que tienen que realizar para completar gastos aquí y allá, aumentan la injusticia calificando de todas las maneras, menos como valientes, a esos colombianos de la diáspora.