Fico, alcalde de Medellin, juega sucio
El alcalde de Medellín anda pelando el cobre. En la licitación para adecuar y hacer mantenimiento al restaurante escolar de la Institución Educativa San José Obrero y presupuestado en 195 millones de pesos por el sistema de selección abreviada, se presentaron 245 aspirantes. Fico Magnus, después de hacer el sorteo de los 10 preseleccionados, pero débil casi siempre ante presiones de muchos tipos, prefirió anular la inscripción y volverla dizque a abrir arrebatándoles la opción conseguida a los 10 preseleccionados. No se necesita ser sabueso para darse cuenta que el contratista probablemente preferido del alcalde Fico no estaba entre los diez escogidos y que era mejor recoger el naipe, runflarlo y volver a repartir. A quien le juega sucio: ¿a los 245 cándidos que se inscribieron o a Medellín?
Fiscalía y Procuraduría investigan una minicomunidad
del anillo en batallón de Cúcuta
La Fiscalía y la Procuraduría han recibido denuncias sobre sospechosos comportamientos al interior del Batallón Mecanizado Maza de la ciudad de Cúcuta. Una madre adolorida por lo vivido dentro de esa institución militar y su hijo presentaron denuncia ante esas instancias por los daños físicos y mentales recibidos por el soldado ante lo que puede haber sido un abuso sexual colectivo. Las averiguaciones han permitido fundamentalmente a la Fiscalía adentrarse en un mundillo por lo menos escabroso en el interior de esta unidad militar, donde hace apenas 15 días retiraron al comandante por balance negativo en acciones de guerra en tan convulsionado departamento.
¿Por qué dejaron volver así al Catatumbo?
La escanografía que nos permitió ver durante una semana el secuestro por el ELN de Salud Hernández y los periodistas de RCN, demostró que en algún momento el gobierno central, y por qué no el de Cúcuta, dejaron al garete ese inmenso territorio y no volvieron ni a ejercer soberanía ni a preocuparse por la desbocada que el mundo de la droga se pegó. Desde el famoso paro del Catatumbo, que duró muchos días y comandaba el líder Jerez, el presidente Santos, su gobierno y sus generales dejaron que allá se hiciera de todo y no pasara nada. La ley y el orden lo imponen los capos de la droga camuflados a veces de guerrilleros o viceversa. Por supuesto no hay ni habrá juicio de responsabilidades. El Congreso, que dejó llevarse al tálamo de los eunucos, no hace nada y las metas de la paz hicieron olvidar al país del deber de exigirle al gobernante que cumpla la Constitución.
