No pasaron 24 horas de la revelación que hizo la revista Semana, y de inmediato el jefe de Inteligencia, general Mauricio Ricardo Zúñiga, más el director del Centro de Inteligencia, general Jorge Zuluaga, fueron descabezados. Aunque no se les dio de baja, sí se les relevó de su cargo por no dar razón del extraño lugar de interceptaciones ilegales montado al parecer por oficiales del Ejército.
En un discreto restaurante ubicado en el sector del barrio Galerías de Bogotá, según denunció Semana, funcionaba desde hace más de 15 meses un centro de interceptaciones operado por miembros del Ejército y civiles contratados para tareas coordinadas de hackeo a cuentas de correo y chats de teléfonos. Los objetivos principales eran los negociadores del proceso de paz en La Habana y los políticos de la izquierda.
Fotos inéditas han comenzado a rodar en las redes sociales sobre esta base de operaciones a la cual se le denominaba “Andromeda”, pero que trabajaba bajo la fachada de un local que se dividía en restaurante, sitio de tatuajes y sala de internet. En una suerte de pintorescas imágenes aparece un miembro del ejército. Así mismo, sobresalen varios jóvenes que a primera vista simulan ser militares, pero que realmente son jugadores de paintball y las armas que portan son de ese reconocido deporte. Sin embargo, es evidente que los militares asistían al lugar frecuentemente. Incluso, el propio comandante del Ejército, general Juan Pablo Rodríguez, reconoció que tenían conocimiento del sitio Buggly en Galerías.