A la diputada Michelle Rivasi, del Grupo de Los Verdes/Alianza Libre Europea, le sobrevino la muerte. El diagnóstico médico determinó que la causa fue un infarto al corazón. Pese a su edad, 70 años, su familia expresó su incredulidad. Ella se había sometido unos días atrás a una revisión médica que no le encontró el mínimo problema de salud, además, asegura que jamás sufrió problemas cardíacos.
La suspicacia surgió porque ella debía presentar el 15 de diciembre, los resultados de la investigación que adelantaba para el parlamento europeo, sobre el presunto cabildeo de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula Von der Leyen, a favor de la firma Pfizer, en las negociaciones para comprar vacunas para la Covid. En 2021 el New York Times informó sobre extrañas relaciones entre Von Der Leyen y la alta dirección de Pfizer.
Es que con sospechosos manejos se adquirieron más lotes de vacunas, a un precio excesivamente alto, cuando la lógica indicaba que, tratándose de mayor cantidad, el precio debía bajar. Además de que el esposo de Úrsula, Heiko von der Leyen, es el director médico de Orgenesis Inc., que recibe dinero de la Comisión Europea, participa en la distribución de subvenciones y está asociado con la vacunación y con la propia Pfizer.
Al parecer, la investigadora murió demasiado oportunamente para algunos. Suele suceder, y no solo en Europa, también por estos lares. Recientemente se generaron múltiples alarmas y especulaciones en torno al fallecimiento del senador Mario Castaño en la cárcel La Picota de Bogotá. Hasta la Fiscalía General de la Nación abrió una investigación penal por lo que considera puede ser un homicidio.
Es que Mario Alberto Castaño Pérez encabezó una red de corrupción que involucró el robo de más de 100.000 millones de pesos, mediante el hábil manejo de licitaciones y contrataciones, en una estructura criminal de la que hicieron parte altos funcionarios locales y regionales en diversos municipios y departamentos. Una vez capturado, el senador por el Partido Liberal en Caldas aceptó cargos por varios delitos y obtuvo una condena a 15 años.
En menos de ese plazo, quizás 9 años, saldría de la cárcel, sin haber cumplido los 60 años de edad. Su caso recordó el de otro político de Caldas, Francisco Ferney Tapasco González, diputado a la Asamblea durante 20 años, quien finalmente terminó en la cárcel por delitos como concusión, paramilitarismo y homicidios. Líderes políticos liberales y conservadores se entendieron muy bien con él en Caldas durante todo ese tiempo.
Sin la menor repugnancia por sus hechos. Libros e informes de prensa sobre él dan cuenta de sus vínculos con el fallecido senador Víctor Renán Barco, durante décadas amo y señor de la política en Caldas. Como en el caso de Tapasco, también se dice que el senador Mario Castaño estuvo protegido por importantes jefes liberales. Tanto que los mal pensados afirman que su muerte resultaba muy necesaria para ellos.
La investigación de la Fiscalía apunta a confirmar o desechar tales dichos. Aunque el país tiene hoy múltiples elementos de juicio para dudar de la imparcialidad de este ente. Para nadie es un secreto que la salida de Francisco Barbosa tiene a mucha gente preocupada por el giro que podría tomar la entidad en manos de una Fiscal realmente independiente. Tanto como para perturbar lo más posible la nueva elección y mantener encargada a la doctora Mancera.
A Mario Castaño lo apodaron el Titiritero, pues manipulaba a un montón de funcionarios corruptos. Por eso la red investigada fue bautizada como Las Marionetas. Su muerte hace pensar a observadores que detrás de él se encontraba el Titiritero real, que lo manejaba como a una marioneta. Quizás nunca se conozca la verdad. Los muertos no hablan, asegura el clásico refrán aplicable a Colombia, y, como se ve, a Europa.
Los muertos no hablan, asegura el clásico refrán aplicable a Colombia, y, como se ve, a Europa
Colombia se pregunta con indignación quién introdujo el cianuro en la botella de agua de la que presuntamente lo bebieron Jorge Pizano y su hijo. La investigación, como era de esperarse, fue rápidamente archivada por esta Fiscalía General de la Nación. Nombres de personas sumamente importantes podrían aparecer envueltos en el presunto accidente. El escándalo de Odebrecht ha sido cuidadosamente encubierto hasta hoy.
Por todo eso es que Petro no quiere licitaciones con un solo proponente. Aquí, detrás de ellas, han existido redes de corrupción que involucran importantes intereses privados. Es lo que se lee detrás del caso de los pasaportes. Por eso pide una investigación penal. En apariencia todo fue hecho en ley, por lo que el Estado podría ser condenado por incumplir, como lo aseguró la saliente defensora del Estado, Martha Lucía Zamora. ¿Sería igual la decisión si se prueban delitos?
Es la riesgosa apuesta del presidente y el canciller, enturbiada, desafortunadamente, por la presunta patanería de este último, otro escándalo. Ojalá no vayan a producirse más muertes oportunas.