La pedagogía no solo consiste en enseñar a personas, grupos y comunidades sino también en estudiar y generar cambios en los procesos y sistemas educativos y formativos. El ejercicio de esta profesión implica el uso de instrumentos cognoscitivos, metodológicos y de intervención. Los pedagogos y pedagogas matizan, analizan debaten construyen, deconstruyen y construyen desde diferentes enfoques y corrientes filosóficas los diferentes ámbitos y contextos educativos y formativos. Desde la anterior perspectiva la pedagogía se visibiliza como la única profesión capaz de cambiar el futuro.
Esta es la profesión que María Mercedes Archila ha ejercido durante 30 años, con rigurosidad, responsabilidad, sensibilidad y sobre todo con amor. Amor profundo hacia sus estudiantes, sus compañeros y en especial a la educación. María Mercedes ha desarrollado en el trascurso de estos años de trabajo y dedicación una pedagogía basada en el amor y la compresión, educando no solo a los niños y niñas sino también a los futuros docentes pedagogos del país, con la certeza y convicción de que la educación es la mejor herramienta para generar cambios estructurales dentro de un sistema corrupto.
María Mercedes Archila está a pocos años de jubilarse y a lo largo de su carrera ha recibido varios reconocimientos por la labor desempeñada. Sin embargo, el pasado 15 de febrero del 2018 fue acusada injustamente, por una madre de familia descontrolada de maltrato físico hacia su hijo. La señora enfurecida, sin pensar en las consecuencias de sus afirmaciones, realizó una publicación en Facebook difamando el buen nombre y la reputación de María Mercedes. La madre de familia no posee ninguna prueba y no tienen ningún testigo que corrobore la versión de lo ocurrido. A pesar de esto varias personas, incluyendo a la señora, han amenazado de muerte a María Mercedes. La publicación se ha compartido y comentado varias veces, poniendo en riesgo la vida de María y sus familiares. Ya se realizaron las denuncias pertinentes en la Fiscalía en contra de la señora madre de familia por amenaza y difamación. María Mercedes sí tiene pruebas y sí tiene testigos, por lo tanto solo hay que esperar que el sistema de justicia siga su curso y se tomen las medidas pertinentes en contra de la señora.
Lastimosamente no es la primera vez que se presentan este tipo de situaciones en nuestras instituciones educativas y hasta fecha no se ha obtenido respuesta y acciones concretas de parte de los organismos correspondientes. No obstante, se deben unir fuerzas para parar esta situación en particular y generar un cambio a nivel social que permita detener y prevenir futuras situaciones de esta índole.
Por el momento hay que lograr que la publicación en Facebook sea eliminada debido al riesgo inminente en el que ponen a la docente. Además, es importante recodar que María Mercedes no es solo pedagoga, sino también es hija, hermana, madre y abuela. También, que las afirmaciones que ha realizado la madre de familia no solo han manchado el buen nombre, sino que también han desencadenado daños psicológicos y morales en la docente que ha desempañado su labor durante 30 años con amor y respeto. Para finalizar quisiera resaltar el poder (si no es bien utilizado) que tienen las redes sociales para acabar con una persona que ha dedicado su vida a construir un futuro mejor. Vale la pena reflexionar sobre el daño que se causó y cómo las personas juzgamos a otras sin tener pruebas ni argumentos. Del mismo modo sobre cómo seguimos que esto siga pasando ante la mirada atónita de los organismos de control y la ciudadanía en general.
