En medio del paro nacional que sacudió al país se encuentra un grupo de personas con chaqueta roja: los mediadores. Desde las 4:00 a.m. Yineth Zapata se alista para salir a luchar por la comunidad como gestora de convivencia.
Su labor es apoyar eventos, sensibilizar a la comunidad en las calles e incentivar a los ciudadanos a tener una convivencia sana y segura.
“Nosotros hemos hecho recuperación de espacios. Hemos puesto partes que eran feas y las hemos organizado en lugares seguros”, expresó.
Sin embargo, cuando se trata de movilizaciones, se convierte en mediadora de paz. "Desde que empezaron las marchas, hemos estado aquí día y noche. Desde que empiezan hasta que terminan", comentó.
El diálogo, la tolerancia y su sentido de responsabilidad son su mejor herramienta ante las confrontaciones entre manifestantes, encapuchados y fuerza pública.
“Nosotros siempre estamos protegiendo la ciudadanía, estamos esperando que ni la policía ni el Esmad se meta con ellos. Ese es como nuestro gran compromiso”, reveló.
A pesar de eso, ha tenido que ser hasta auxiliar médica. “Hemos visto heridos, nos ha tocado llevarlos al Centro de Atención Médica Integral (CAMI) y es mucho dolor. Muchos de mis compañeros y yo misma hemos salido llorando de acá”, añadió.
A sus 49 años, esta madre soltera de 10 hijos es compañera de otros 27 gestores de paz.
“En su mayoría son mujeres de nuestro territorio, lideresas, amas de casa, mujeres que han decidido pertenecer a este equipo y entregarle todo a nuestra localidad”, narró.
“Han estado allí permanentemente al tanto de las situaciones de salud y derechos de todos los manifestantes, garantizando el derecho legítimo a la movilización pacífica”, dijo Mabel Sua, alcaldesa de Usme.
Admirados por unos y odiados por otros los gestores de convivencia son los héroes que dan todo por la comunidad.