Mi nombre es Juan David Cetina Parra, soy estudiante del programa de enfermería de la Universidad de Cundinamarca y decidí postularme al consejo académico de esta, quedando en el tarjetón con el número 02. Sin embargo, desde ahí, la maquinaria y fuerzas oscuras que existen en la universidad iniciaron una campaña de desprestigio, en donde afirmaban que yo solo quería hacer paros y hacerle cancelar el semestre a los estudiantes, algo que es por supuesto falso porque mi actividad ha sido en defensa de la educación pública y contra los malos manejos administrativos.
Además, en mi campaña seguí denunciando que nuestra universidad invirtió para este año 4039 millones de pesos en servicios de vigilancia, mientras que para la investigación invirtió 964 millones de pesos, según el acuerdo 044 del 13 de diciembre del año 2016 fijado por el Consejo Superior, algo que nos parece inaudito y sin justificación, ya que el rector Adriano Muñoz Barrera evadió un derecho de petición que le hice acerca de este tema, argumentándome que no entendía las preguntas ni el objetivo de este.
También critiqué fuertemente al bienestar universitario de la seccional Girardot, ya que debían 3 meses al restaurante que presta el servicio del almuerzo a cientos de estudiantes. Publiqué las pruebas que entrega el Ministerio de Educación Nacional frente a la presunta irregularidad en el nombramiento de nuestro rector, la no rendición de cuentas por parte de la universidad frente a los manejos de los dineros de la estampilla prodesarrollo Universidad de Cundinamarca en Girardot y la alta burocracia que vive nuestro claustro.
Nada de esto le gustó a la administración y por eso competí en la contienda con una candidata apoyada por la maquinaria, a quien abordé en días pasados y la invité al debate publico, respondiéndome que no tenía tiempo, después aceptó por vía telefónica que no lo había dado porque desconocía la problemática de la educación superior. El día miércoles 15 de noviembre del presente año se dieron las elecciones, en donde la publicidad a color y de imprenta cara de mi contrincante abundó.
Las urnas se abrieron a las 9 de la mañana y yo hice presencia desde el mediodía en la seccional Girardot, en donde los estudiantes me recibieron con alegría y optimismo, ya que hace muchos años nadie se había atrevido de desafiar a los administrativos en una elección. Todo transcurría desde lo normal hasta que nos dimos cuenta de que había material electoral marcado por nuestra lista 02, en donde era el candidato principal y mi suplente Stiven Alejo de licenciatura en Matemáticas de Fusagasuga en la basura. Esto me provocó gran indignación y de inmediato le reclamé a los jurados que eso no podría estar sucediendo, de modo que reforzamos la veeduría con varios estudiantes.
Al finalizar la jornada la candidata por el 01 nos ganó en administración de empresas en la seccional Girardot por 65 votos (dato entregado en el momento del escrutinio). Sin embargo, el día de ayer en Fusagasugá fue el reconteo de votos, al cual no asistí ya que no podía legitimar los resultados debido a la falta de garantías. No obstante, el suplente sí estuvo (sin aceptar ni validar los resultados) y le dijeron que habíamos perdido en el programa de administración de empresas por 100 votos, ¿acaso no era por 65, como nos dijeron en Girardot el mismo día de la elección?
Igualmente, existen otras presuntas irregularidades en las actas de escrutinio, por ejemplo en Faca en ingeniería ambiental según el acta dice que hay 94 votos y solo hay 84, en ingeniería agronómica 123 votos y al final 133 votos, los 10 más para el 01. Administración de empresas Girardot 200 votos, ellos 100 nosotros y hace falta 1 voto; en Fusagasugá en el programa administración de empresas para la lista 01 hubo 400 votos (a sabiendas que el abstencionismo fue aproximadamente del 65 %).
Además de esto, los resultados de la elección se han demorado casi 6 días para darse de manera oficial. Los votos no marcados en Girardot no fueron destruidos e incluso fueron mezclados con los otros votos en la misma bolsa. En Fusagasugá los votos fueron trasladados sin dar el resultado a mi suplente al bloque administrativo. El día viernes 18 de noviembre en los carros de la Universidad de Cundinamarca fueron llevados los votos de todas las seccionales hasta Fusagasugá sin que hubiese veeduría. Y más grave aún hubo presuntamente injerencia de algunos funcionarios públicos al pagar para sabotear nuestra campaña.
En estos momentos nosotros tenemos 50 indicios de que hubo un presunto robo de nuestra elección, los cuales pondremos en conocimiento a través de una demanda a las autoridades correspondientes, en donde voy a solicitar nulidad del proceso electoral. Nunca creí que una campaña honesta al consejo académico les produjera tanto temor, que incluso les hizo gastar millones de pesos en publicidad contra mi nombre.
Yo quiero decir que en meses pasados esas fuerzas oscuras estaban planeando un proceso disciplinario en mi contra, un vil montaje que pretendía sacarme de la universidad. Me reafirmo en que no hubo garantías y que nosotros somos los verdaderos representantes de los estudiantes, los otros representan al señor rector Adriano Muñoz.