La ministra de educación, Aurora Vergara, llama la atención antes de comenzar a hablar y a exponer sus propuestas. Imponente desde que entra a las reuniones con sus grandes moñas o su pelo trenzado que la caracterizan, sus peinados armados con extensiones completan sus atuendos, siempre con un toque raizal que evocan los diseños llegados del África.
Desde su posesión el 8 de marzo en Quibdó, Chocó, donde hizo un juramento frente al presidente Petro y con un discurso que le dedicó a la gente de su pueblo, su mamá y sus maestros, Aurora Vergara mostró que sus pintas serían tan importantes como sus palabras y serían las adecuadas para cada ocasión.
La primera en marcar la pauta para acentuar la identidad afro con los vestidos y los atuendos fue la vicepresidencia Francia Márquez, quien además tiene su propio diseñador que le ha construido su look empezando por el llamativo vestido que llevó el día de la posesión el pasado 7 de agosto en la Plaza de Bolívar.
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Estas dos mujeres han abierto el camino, de manera tal que casi todas las funcionarias afro que ocupan cargos en el gobierno del Pacto Histórico, muchas en la Vicepresidencia y en el Ministerio de Educación, han ido construyendo su propio estilo con raíces de su cultura, algo que en Colombia era muy poco usual y había más un intento por homologarse con la moda estandarizada como fue el caso de Carmen Vásquez, la ministra de cultura del gobierno de Iván Duque.
A la mayoría de los eventos que asiste la ministra Aurora Vergara Figueroa, lo hace con atuendos que le rinden homenaje a sus raíces africanas, pues sus vestidos, camisas y turbantes se adornan con los mosaicos tradicionales de esta cultura. Los estampados africanos en las telas hablan de lucha, reivindicaciones y deseos de igualdad. Una de las diseñadoras que ha llegado a vestir a la Ministra, que tiene este estilo, es Sulma Arizala.
La ropa de esta diseñadora colombiana puede oscilar entre los 300 mil y 1’500.000 pesos.
