Ingrid tenía 33 años cuando llegó a Colombia después de terminar sus estudios en la Escuela de Altos Estudios en Paris. Aterrizó en política de la mano con los liberales y apoyando la candidatura de Ernesto Samper a la presidencia en 1994. Ingrid logró una curul en la Cámara de Representantes con 16 mil votos bajo un discurso contra la corrupción y defendiendo los derechos de las mujeres con una impactante campaña para la época en la que repartió condones desde un caballo en las calles de Bogotá. El nombre de Ingrid empezó a sonar con un grupo que creó, Los Cuatro Mosqueteros, junto con sus copartidarios Carlos Alonso Lucio, Guillermo Martínez y Paulina Espinosa que se encargaron de denunciar al Ejército por una compra irregular de fusiles Galil.
De los Cuatro Mosqueteros, Ingrid Betancur y Carlos Antonio Lucio eran inseparables tanto fuera como dentro del Congreso. Pero su amistad y la alianza de Los Cuatros Mosqueteros terminó en pelea pública y titulares de prensa. En 1996, cuando estalló el escándalo del Proceso 8.000 por las acusaciones de la entrada de dineros del narcotráfico a la campaña de Samper, Ingrid se convirtió en la gran contradictora del presidente. Con huelga de hambre en el Congreso incluida, tan prolongada que terminó causándole una afección hepática que ha cargado toda la vida, sus mosqueteros no la apoyaron y se mantuvieron firmes con el Partido Liberal que apoyó a Samper.
Ingrid nunca se los perdonó, renunció a las toldas rojas no sin antes señalar de corruptos y mafiosos a quienes habían sido sus mejores amigos en el congreso. En 1997, fundó Verde Oxígeno, el partido cuya personería jurídica logró rescatar en diciembre de 2021. Verde Oxígeno nació como un semillero independiente de ideales liberales que pelearían de frente contra la corrupción, inspirado en las banderas del asesinado Luis Carlos Galán, líder del Nuevo Liberalismo. Ingrid se lanzó al Senado con Verde Oxígeno, pasó de tener 16 mil votos en la Cámara en 1994 a conseguir más 150 mil votos en 1998, de nuevo con las banderas contra la corrupción. Fue la mayor votación para el Congreso en ese año con la cual logró dos curules en el Congreso, ella en el primer renglón y en el segundo la periodista caleña Margarita Londoño (q.e.p.d), docente, escritora y quien había aspirado a la alcaldía de Cali en dos ocasiones.
A solo un mes de iniciar su período en el Congreso, Londoño tuvo los primeros roces con Ingrid quien la obligó a ser parte de la Comisión Primera que trata temas constitucionales, pues así tendrían dos curules en la comisión más importante del Congreso, pese a que la periodista tenía interés en formar parte de la Comisión V. El altercado mayor empezó por el apoyo de Margarita Londoño a la Reforma Política del presidente Andrés Pastrana, con lo que no estuvo de acuerdo Ingrid. Ante la decisión, Ingrid la condenó al escarmiento público, en una rueda de prensa le exigió renunciar a su curul y le recordó en cada canal nacional que la curul no era de ella, sino de Verde Oxígeno.
Margarita se rehusó a abandonar el cargo, motivo por el cual Ingrid le aplicó el látigo del desprecio y pidió incluso a otros senadores que no se sentaran al lado suyo en el Congreso, contraviniendo la costumbre de estar las bancadas unidas. La excluyó de las reuniones políticas y se propuso aburrirla hasta conseguir que Margarita Londoño le cediera la curul al empresario pereirano Carlos Arturo Ángel Arango, conocido como Mono Ángel. La renuncia de Margarita fue en pésimos términos con Ingrid.
Ingrid se lanzó a la presidencia en 2001 por Verde Oxígeno con Álvaro Uribe y Horacio Serpa como contrincantes mayores. Apenas empezaba la campaña, con Clara Rojas como jefe de campaña cuando tuvo un altercado con el Ejército Nacional y una caprichosa decisión que le marcó su vida: terminó secuestrada por las Farc. Su partido habría logrado una alcaldía San Vicente del Caguán en el Caquetá. Ingrid se propuso visitar a Néstor León Ramírez, alcalde de San Vicente del Cagúan, en un momento crítico de orden público cuando recién se habían roto el Proceso de Paz del gobierno Pastrana con las Farc. Dos días antes del viaje, Ingrid fue contactada por militares que le advirtieron de los peligros del viaje, a esta petición se sumó su acompañante Clara Rojas que le pidió a Ingrid posponer el viaje debido a los riegos que se corrían por la ruptura de las negociaciones. En otro de sus famosos ultimátums, Ingrid convocó a Rojas a viajar con ella o quedarse. Arrancaron. Ya en Florencia, rumbo a San Vicente, el coronel responsable de la seguridad en la zona le advirtió nuevamente de los riesgos del desplazamiento por tierra e incluso le hizo firmar un documento en el que aceptaba que viajaría por su cuenta y riesgo. Así lo hizo. El fatídico resultado ya se conoce.
Después de 6 años y medio en cautiverio, Ingrid consiguió su liberación en Operación Jaque. De inmediato y tras el encuentro con su mamá Yolanda Pulecio y sus hijos viajó en Familia, sin su esposo Juan Carlos Lecompte, a Paris desde donde lanzó una bomba atómica. Anunció una demanda contra el Estado colombiano por no haberle garantizado la seguridad. El monto contra el Ministerio de Defensa por $15.431.351.537 y responsabilizó al gobierno de Andrés Pastrana por haber permitido su secuestro y en particular al Presidente por no haberla transportado en un helicóptero oficial. El entonces Ministro de Defensa, Gabriel Silva Lujan, respondió diciendo que en su momento la doctora Betancourt “desatendió las insistentes recomendaciones de la Fuerza Pública y otras autoridades de no proseguir en su intención de viajar al municipio de San Vicente del Caguán, Caquetá, donde tenía un acto en desarrollo de su campaña política”.
La amenaza de demanda de Ingrid Betancur generó una reacción negativa que la opinión pública colombiana que aún no se ha olvidado. Un rechazo que aun pende sobre la hoy candidata de Verde Oxigeno que se acentuó con su última pateada de tablero, esta vez en la la Coalición de la Esperanza ocasionando un daño político que costará reparar.
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