En 1995, cuando el Tino Asprilla estaba en el momento mas importante de su carrera en el Parma, una lesión lo dejó por fuera de las canchas durante 5 meses. El jugador terminaba de hacer un gran papel en la Copa America de Uruguay ese año y esperaba ratificar ese buen momento en su regreso a Italia, lastimosamente la rodilla le falló; y esa fue la primera de las múltiples molestias que afectaron al Tino, durante y después de su carrera en el balompié.
Y es que si el Tino sufrió por algo, fue por sus constantes lesiones. En 1997, después volver a tocar el cielo con las manos tras su triplete al Barcelona, jugando para Newcastle, tuvo que ser operado por una rotura de su aductor derecho, lesión que lo dejó por fuera durante dos meses y que le hizo perder la regularidad que había conseguido en el equipo inglés.
Después, en 1999, su rodilla lo traicionó de nuevo y lo dejó sin poder disputar la copa America que se realizó en Paraguay, y ya eran tan constantes las ausencias del Tino, que muchos expertos decían que la lesión era irrecuperable y que su retiro era más que seguro en ese momento.
Sin embargo, Faustino aguantó durante 5 años más, incluso después de tener una cirugía en su rodilla en el año 2001, tras otra lesión que sufrió jugando para Fluminense. En 2004 decidió colgar los guayos, y ni siquiera así dejó de ser víctima de su rodilla.
En 2015, participando para el famoso reality El Desafío, Asprilla volvió a lesionarse la rodilla y ese fue el golpe final para el jugador. Veinte años donde su articulación nunca le funcionó como esperaba y que lo dejó rengo de por vida. Es más, en 2018 fue noticia cuando llegó en silla de ruedas al aeropuerto de Bogotá, después de sufrir otra molestia en su rodilla derecha, en pleno avión.
El ‘Tino’ Asprilla recibe los resultados de su rodilla y se entera que no puede continuar en el #DesafioIndia pic.twitter.com/lky4YiDJKm
— Desafío The Box 2 (@iamjohnmarin) July 31, 2015
Hoy, al Tino se le ve caminando "chueco", como coloquialmente se dice, y aunque hace ejercicio constantemente, nunca ha podido quitarse la maldición de su rodilla derecha, la lesión que, ademas de su vida desjuiciada, no lo dejó ser el mejor jugador del mundo.
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