Estas mujeres negras, que llevan décadas recorriendo todo el Caribe vendiendo frutas y dulces tradicionales, son más de lo que muchos creen.
Las palenqueras con su trabajo sostienen familias, pero sobre todo ellas en sí mismas son portadoras de mucho de la cultura afrocolombiana: vienen de San Basilio de Palenque, un espacio Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
En consecuencia, sacarlas de las calles de Cartagena y de otras ciudades del Caribe no solo es injusto sino absurdo (ver: El espacio cultural de Palenque de San Basilio).
Publicado por Palenquera Colombia en Viernes, 22 de marzo de 2019
El país vio indignado cómo Angelina, una palanquera que llevaba más de 20 años en la Plaza de Bolivar, fue desalojada, despojada de sus elementos de trabajo (mesa, punchera, frutas) y además le advirtieron que más vale que no regresara porque sería expulsada.
¿Qué harán las palenqueras ahora? Estas mujeres sostienen sus familias con su trabajo, trabajo que por cierto realizan en jornadas de más de 12 horas, muchas veces a altas temperaturas, trabajo que no tiene salud, pensión, tampoco cesantías, vacaciones ni caja de compensación y por el cual nunca se van a pensionar.
El espacio público que usan en realidad les pertenece, no solo porque llevan décadas embelleciéndolo sino porque ellas son una expresión de nuestra riqueza cultural.
Sin embargo, el tema no termina en las palenqueras, miles de personas viven en todo el país vendiendo comidas tradicionales en las calles, sacarlas para ‘recuperar’ el espacio público es en realidad vaciarlo de cultura y empobrecerlo. Además de las palenqueras hay que hablar de la butifarra, el cholao, el raspao, el canelazo, los pandebonos, las arepas y los tamales en sus muchas variedades y de todas las regiones. En verdad, la riqueza gastronómica colombiana se vende en las calles. Justamente, este tema lo abordamos hace unos en días (ver: La cultura que preservan los vendedores ambulantes).
Las palenqueras convocaron al “plantón de las puncheras” este martes 26 de marzo a las 3:00 p.m. en La Plaza de la Aduana en Cartagena. Todas fueron con sus poncheras a exigir a las autoridades e instituciones que las dejen trabajar.
Para la Fundación Acua, las palenqueras son un ejemplo de lo que llamamos "activo cultural", es decir, aquellos saberes y tradiciones étnicas y ancestrales que se preservan mientras son un modo de vida para las comunidades que los practican.
Justamente en equipo con las palenqueras, la Fundación Acua trabajó para que fueran reconocidas y en el mejoramiento de sus procesos productivos, de marca y en la participación en ferias y eventos nacionales e internacionales como el Salone del Gusto de la Red Terra Madre de Slow Food, en Turín, Italia.