Carlos Mira fue nombrado oficialmente gerente de la Sociedad Portuaria de Buenaventura —en la que Grupo Parody, en cabeza de Manuel Parody, es mayoría— el pasado 21 de marzo, aunque desde enero la Junta Directiva lo había designado en el cargo. Venía de ser el gerente Ciamsa, la empresa exportadora de azúcar y reemplazó a Víctor Julio Gonzales, un raizal de Buenaventura, quien ocupó el cargo durante varios años. Parody, cabeza del grupo mayoritario de la sociedad portuaria y representado por el exministro Rudolf Hommes en la junta directiva, mantiene un pulso de poder con el grupo vallecaucano Harinera del Valle, y fue el que impulsó el nombre de Mira.
Con su llegada se dio un revolcón directivo y se han despedido más de treinta funcionarios. Los cargos directivos han sido reemplazados con profesionales muy bien remunerados, pero que igual que el gerente, no residen en el puerto y permanecen solo durante la semana laboral. Desde el viernes viajan a Cali o Bogotá y esos traslados son reconocidos por la empresa, así como el hospedaje en la ciudad. Una situación que genera malestar y una tensión permanente con las personas naturales de Buenaventura, tal como salió a la luz en la asamblea de accionistas del pasado 6 de agosto, con una afirmación del gerente Carlos Mira que ofendió a los presentes. En medio del informe de gestión semestral y refiriéndose a las malas condiciones de los servicios públicos del puerto comentó por fuera de libreto “(…) Cuando llego a Cali, mi esposa me dice que me bañe porque huelo a Buenaventura”.
El gerente Mira intentó apaciguar los ánimos disculpándose, incluso con una publicación oficial de la empresa. Pero resultó inútil. Su desafortunado comentario, a todas luces racista, encendió una chispa de indignación ciudadana, latente entre la gente que ven a las empresas portuarias, y en especial a la Sociedad Portuaria, como unos enclaves de espaldas a Buenaventura y a los porteños.
Karolina Guerrero Obregón, quien actualmente es candidata al Concejo de Buenaventura, se propuso no dejar pasar por alto el hecho y no dejarlo dormir como un incidente más. Con decisión se propuso sacudir a la gente y usar las redes sociales como medio de presión.
Las expresiones ciudadanas, acompañadas de una carta firmada por el Grupo de Ciudadanos Yo Huelo a Buenaventura y dirigida al propio Carlos Mira —pero con copia a la alcaldía, la Procuraduría, la Defensoría del Pueblo, la Gobernación del Valle y a la misma Junta Directiva de la Sociedad Porturaria— para presionar su renuncia, surtieron efecto.
Carlos Mira sopesó la difícil situación y concluyó que debía renunciar. Presentó su carta de dimisión a la Junta Directiva, reiterando sus disculpas; sin embargo, la junta no ha aceptado la dimisión y dijo que solo hasta la próxima reunión tomarán una decisión final, por lo que los porteños tienen planeado seguir presionando con un plantón frente a la Alcaldía de Buenaventura y durante el Petronio en Cali, la gran fiesta cultural de los afros del Pacífico, harán presencia con varias camisetas alusivas al hecho. La Junta Directiva, en la que tienen asiento Rudolf Manuel Hommes Rodríguez, Manuel Isaac Parody D'Echeona, Fernando Urdaneta Wiesner, Julián Madrid Pinilla, Jaime Felipe Monedero, Maby Yineth Viera, Antonio José Rodríguez y Tulio Enrique Sánchez, tiene la última palabra.