Como miembros del comité ejecutivo de la Central Unitaria de Trabajadores C.U.T, regional Magdalena medio, creemos un deber social, sentar una posición frente a los hechos que se han venido dando en torno al proceso de puesta en marcha de la licitación para construir la planta de tratamiento de aguas residuales (PTAR) y que generan un ambiente de sospechas en torno a la intencionalidad de revisar parte del convenio por parte de la alcaldía municipal, según lo advierte el gerente de Refinería en carta de conocimiento público.
En el pasado los trabajadores de distintas ramas de la producción siempre participamos de las protestas sociales en especial las relacionadas con la mejora de los servicios públicos. Las marchas y los paros cívicos fueron un lenguaje de todos conocidos. Hoy estimamos que no podemos ser ajenos a la vida social de la ciudad. Su presente y su porvenir. Al lado de nuestras reivindicaciones gremiales está también nuestro sentido de responsabilidad ciudadana. De ahí que temas como el relleno sanitario, los problemas de movilidad, la inseguridad creciente, la calidad de la educación, el agua, el medio ambiente y el manejo de los recursos fiscales son también asuntos de nuestra competencia. Así como de las empresas se reclama de responsabilidad social empresarial a los sindicatos nos corresponde una forma de responsabilidad social sindical.
En ese orden de idea hemos celebrado la construcción de un escenario como el gran acuerdo social por Barrancabermeja (GASB). Ese espacio de concertaciones de la sociedad barranqueña, pese a todas sus falencias, ha sido importante y debe sostenerse. Pero para ello se necesita mantener la confianza mutua y es justamente la que creemos que se ha debilitado por las posturas asumidas por el asesor jurídico de la municipalidad Doctor Gustavo de la Ossa según lo denuncia Ecopetrol y que ha sido objeto de pronunciamiento de varios medios. *1
El ruido que generan las conductas del señor De la Ossa parecen no preocuparle al señor Alcalde, paradójicamente presidente de la Federación Colombiana de Municipios pero quien en su ciudad actúa como testaferro de los intereses de algunos contratistas, que quieren poner el municipio a su disposición, sin atender otro criterio que sus ambiciones e intereses particulares de un lado, y del otro, el enriquecimiento ilícito de sus cómplices dentro del municipio.
El Alcalde no está a la altura de sus responsabilidades como jefe de la administración municipal pero si se ha rebajado a ser un agente oficioso de sus socios privados en la política de desangrar al municipio. Lo decimos porque en el caso que nos ocupa, por boca de su jurídico, la preocupación es defender el ( A.I.U.), que se refiere al margen de utilidad del contratista, que se supone hace parte de su feudo y no la prioridad de la obra. Con su conducta el alcalde incita a la protesta ciudadana y contribuye a la desconfianza de los ciudadanos en la seriedad de su investidura.
Como CUT, regional Magdalena medio, nos unimos a la cruzada de solicitar una veeduría externa de los entes de control fiscal, disciplinario y judicial ya advertida por Ecopetrol pues el manto de la corrupción y la impunidad que ha hecho metástasis en el Concejo Municipal, gracias al parentesco civil de su presidente con el Doctor de la Ossa, ha llegado a dichos estrados gracias al poder de manipulación y coacción que desde la Alcaldía se ejerce a través de dadivas contractuales y pagos en efectivo a periodistas y funcionarios de los entes de control.
Advertimos que dejar prosperar la voracidad de un grupo de funcionarios “públicos” pone en grave riesgo la inversión de Ecopetrol en el proyecto de mejoramiento de la calidad de vida para todos los Barranqueños.
Nuestro sentido de responsabilidad Sindical nos obliga a este pronunciamiento en aras a la Convivencia y el desarrollo del Municipio y sus habitantes.
*1 http://www.barrancabermejavirtual.net/images/PDF/Carta_Ecopetrol_AIU_Feb_21_2014.pdf
