Uribe ha intercedido por Martinelli hasta judicialmente, en el afán de impedir su extradicción desde EE. UU. y de eximirlo en el proceso de las "Chuzadas", o interceptaciones ilegales, a telefonos de la oposición, desde el gobierno, en el país donde Martinelli fue, como Uribe, tambien presidente: Panamá.
Martinelli, cuando fue presidente de Panamá, quiźa por pedido expreso de su amigo, muy amablemente protegió y asiló en su país a la exdirectora del D.A.S, María del Pilar Hurtado, prófuga entonces de la justicia colombiana por el caso de las interceptaciones ilegales, o "Chuzadas", a teléfonos de la oposición, orientadas desde esa entidad gubernamental, durante el régimen de Uribe II, cuando fue pública servidora; Proceso que a la postre terminaría en su condena a catorce años de prisión, al parecer por violación ilícita de comunicaciones, abuso de autoridad en función pública, concierto para delinquir, entre otros, como peculado por apropiación y actos arbitrarios e injustos.
Pero sigamos con Martinelli y Uribe. Martinelli recientemente habló muy bien de Uribe, porque "...es un hombre que te mira a los ojos>> y adviertió en la misma entrevista a la parcial revista Semana que "Santos no" y que "es un riesgo que Gustavo Petro llegue a la presidencia de Colombia".
Un temor que uno ahora entiende mejor el por qué. Martinelli, expresidente de Panamá, el amigo entrañable de Uribe Vélez en el vecino país de los escandalosos Panamá Paper, padre, ejemplar, de dos hijos, de Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares, ha sido acusado ahora de corrupción.
Propiamente sus dos hijos, condenados esta semana por la justicia norteamericana, por el caso de los sobornos de la multinacional brasilera Odebrech, que salpicó en un entramado de corrupción a varios gobiernos de América Latina, donde hay responsables de altos cargos gubernamentales ya condenados, excepto en Colombia, le han confesado al juez norteamericano en el mismo proceso que su padre, el señor Martinelli (quien habla muy bien de Uribe y muy mal de Santos y del candidato Gustavo Petro, hasta el punto de calificar a este como un riesgo para Colombia), era quien les ordenaba recibir los sobornos de Odebrecht.
En un Twitter de 2018, el hoy candidato del Pacto Histórico, que lidera las encuestas electorales presidenciales, Gustavo Petro, al referirse al expresidente de Panamá, Martinelli, dice lo siguiente: <<fue amigo de Uribe y era el anfitrión en la cita de los hijos de Uribe con Odebrecht y los Nule>>. El mismo que dice que Petro es un riesgo para Colombia.
¿Pero por qué? Cuando Álvaro Uribe Vélez ganó la presidencia en el año 2002 en su primera alocución como presidente electo recitó de memoria un discurso del ex guerrillero de tres guerras en nuestro país y hasta en el de aquel, el radical Rafael Uribe Uribe, quizá para significar que iba a regir el país bajo el pensamiento de ese hombre: <<Yo he podido renunciar como en efecto lo he hecho de una vez por todas y para siempre a ser un revolucionario....>>; y de hecho su régimen le llamó el de <<La Seguridad>>, basado en el pensamiento de aquel guerrero insurgente durante las guerras de 1885, de 1895 y de 1899 o Guerra de Los Mil ciento veintiocho dias: <<Lo primero es la Seguridad [...] y... después La Prosperidad...>>, como el mismo Alvaro Uribe le llamó a su gobierno y al gobierno de Santos, a quien empotró en el poder, al parecer, con relaciones con la gente de Odebrecht.
Años después de que el liberal Rafael Uribe Uribe decidiera respaldar a la "Pantera Blanca", al cuestionado conservador, asesino, general, Rafael Reyes, a la Presidencia de Colombia, el doctor Carlos E Restrepo, en una carta a un amigo, Lázaro Escobar, definió así al exguerrillero que inspiró las ideas uribistas de la Colombia de hoy: <<[...] brioso y genuino representante del personalismo, ajeno a toda idea de patria y hasta de partido: el argumento que me puso a mí para defender su apoyo a la dictadura, lo pinta de cuerpo entero:
Decía él que aquello había sido un justo descanso y apacible interregno que el Partido Liberal había ganado por su heroísmo en la guerra pasada; de modo que para este señor no puede haber mejores laureles para los guerreros heroicos, que la dura tranquilidad de las dictaduras. [...] La ironía del argumento está en que el general juzgaba en esta vez -como en tantas otras- que él solo era el partido liberal y que tan blandamente como él estaban comiendo los demás>>.
Quizá por esto uno logre vislumbrar así, acaso, a qué exactamente se refiere el señor Martinelli cuando en estas circunstancias electorales menciona la palabra Colombia. Quizá uno entiende, a la luz de la historia, que cuando Martinelli, intimo amigo del señor Uribe, en su lenguaje de oligarca y de burocrata se refiere a que Petro es un riesgo para Colombia hoy quizá lo que esté diciendo, quizá a lo que se refiera, es que una eventual presidencia de Gustavo Petro representa es un riesgo inminente para los intereses mezquinos del reducido y privilegiado entorno de su gran amigo y de sus particulares y raros negociados económicos, judiciales, feudalistas, y no los intereses de la gran nación colombiana -republica, en esencia, constitucionalmente, democrática-, toda hoy.
Por tanto entiende uno es Petro un peligro tambien para los intereses del señor Martinelli, un hombre que defiende a Uribe y este lo defiende a él, quien fue acusado por sus propios hijos de ser quien ordenaba el cobro de las multimillonarias coimas a Odebrecht.
Como dice en la carta, el honorable expresidente Carlos E Restrepo, creía el ex guerrillero liberal Rafael Uribe Uribe -inspirador del uribismo de hoy- era su panza el Partido Liberal, así quizá cree el señor expresidente de Panamá, Martinelli, es Colombia para el entorno uribista de su amigo, en el que cabe el actual presidente Duque, y sus candidatos Federico Gutiérrez y el también señalado por corrupción Rodolfo Hernández. Y hasta el expresidente César Gaviria quiennle habría pedido a Petro apenas el Ministerio de Hacienda y este le dijo que no. Quizá eso es lo que Martinelli entiende por Colombia. Sus intereses particulares y los de su amigo. Y un riesgo, lo que Petro les pueda develar de podredumbre y corrupción después.